martes, julio 14, 2009

Repartiendo errores


A pregunta expresa de en qué le había ayudado a uno de los egresados de la prepa en la que trabajo haberse pasado tres años ahí, respondió con algo que quedó resonando en mi cabecita: "Aquí aprendí que hay que hacerse responsable de lo que es uno. Que no podemos andar repartiendo errores por la vida". Seguro que este muchacho tuvo una mejor educación que la mía. Yo todavía ando repartiendo errores por la vida. Como quien dice: cagándola.
          ¿En qué momento nos damos cuenta de qué tantos errores hemos repartido? Si los repartimos es porque, entre otras cosas, estamos llenos de éstos. El chico cuestionado tiene la mitad del camino andado. Será un artista. Bueno, seguramente: tiene soberbia combinada con autodisciplina, creatividad combianada con disposición, y sabe que no hay que andar repartiendo errores por la vida.
          Su trabajo final de certificación fue un audiovisual de ficción sobre la vejez. Un viejo (su abuelo, un actor nato que el chamaco supo dirigir) se encuentra solo en una casa deprimente, se da cuenta de que está próximo a morir y relata, mientras se pone una buena borrachera, los sentimientos que le transcurren mientras tanto. Y esos sentimientos el chamaco sólo los pudo expresar con poemas de Pessoa, de Bonifaz Nuño, de Benedetti. Un trabajo lindo.
          Hablar de la muerte en un audiovisual, con un abuelo que está muriendo. Reconocer que la lección de la vida consiste en no andar repartiendo errores a diestra y siniestra. Tiene 19 años. Demasiada madurez, me agobia.

1 comentario:

G. dijo...

A mí me daría miedo el sujeto en cuestión...

Saludos desde Barcelona.