miércoles, febrero 22, 2023

Lo que he visto: de fallidas comedias raciales a madres obsesivas

 


You People (EU, Kenya Barris, 2023). Comedia romántica en la que se narra la historia de una pareja intercultural (él, judío; ella, afroamericana) que deben lidiar con el choque cultural que implica el desconocimiento del otro por parte de las respectivas familias. Tiene momentos graciosos (la  “competencia de desgracias” entre el Holocausto y el periodo esclavista de EU, p. e.), pero, en lo general, prevalece la corrección política y la complacencia. La neurosis del protagonista (y guionista) encuentra buen cauce (un tanto al estilo Woody Allen pero en registro milenial), mientras que Eddie Murphy se luce contenido en su papel de émulo de Malcolm X. Entretenida, ideal para desconectar el cerebro un rato.

🐶🐶🐶 de 5

* En Netflix. 

  


Matrimillas (Argentina, Sebastián de Caro, 2022). Un matrimonio en crisis comienza a utilizar una aplicación digital que otorga puntos por cada cosa buena que se hace por algún miembro de la pareja; la idea es que esas acciones refuerzan la relación y hace renacer el amor entre los involucrados. Lo que pinta como una buena idea se va transformando en una comedia simplona, inverosímil y cursi que sería la envidia del cine aspiracional clasemediero que se hace por estos lares. Hagan de cuenta Omar Chaparro va a Suramérica. Véala si no tiene más remedio, o si le da hueva cambiarle a otra cosa. 

🐶🐶 de 5

* En Netflix. 


Kleo (Alemania, Hanno Hackfort, Bob Konrad y Richard Kropf, 2022). Tras la reunificación alemana y el desplome del bloque del Este, una agente de la Stasi (la fuerza de espías de la RDA) es liberada cuando se otorga una amnistía generalizada para los presos políticos. La protagonista, que da título a esta serie, sale sedienta de venganza y de conocer cuáles fueron los motivos que orillaron a su propia gente a traicionarla. Interesante visión de la época de la reunificación, aderezada con un soundtrack alucinante, escenas de acción, intriga, vueltas de tuerca y una actriz con un evidente carisma. A pesar de caer en cuestiones inverosímiles, situaciones humorísticas a veces fuera de tono y ajustes de guion rozando el deux es machina, es una serie entretenida y que invita a llegar al final de sus ocho episodios. Un tanto dispareja en su desarrollo, pero con buenas soluciones narrativas y sorpresas más o menos inesperadas. Hagan de cuenta, John Wick en mujer y sin perrito. 

🐶🐶🐶 de 5

* En Netflix. 



The Banshees of Inisherin (Reino Unido/ EU/ Irlanda, Martin McDonagh, 2022). En una isla frente a la costa de Irlanda, un par de amigos dejan de serlo por la decisión de uno de ellos, quien deberá enfrentarse de manera drástica a la incomprensión de las razones  por parte del otro. Una cinta intimista que hurga en temas trascendentes como la amistad, la trascendencia y las decisiones personales que afectan de diversas maneras a los otros. Una gran actuación de los protagonistas, quienes mantienen ese ambiente de tensión que causa expectativa en el espectador. Elementos de la tragedia griega y del cine de Bergman, aderezado por historias de liberación femenina y de abuso infantil. Un ambiente ominoso y opresivo que se alivian por ciertos guiños humorísticos. Refleja también la importancia de los animales domésticos como una forma de combatir y sobrellevar la soledad. 

🐶🐶🐶🐶 de 5 

* En cines. 


Top Gun: Maverick (EU, Joseph Kosinski, 2022). Cinta de acrobacias aéreas, loas al militarismo norteamericano y nostalgias diversas. El piloto de combate Maverick (Tom Cruise) regresa a la academia Top Gun para adiestrar a un variado grupo de habilidosos novatos que deberán llevar a cabo una misión “prácticamente imposible”. Al hacerlo, debe enfrentar al pasado en forma del hijo de su mejor amigo, muerto en combate mientras el protagonista pilotaba. Eficaz cinta de acción explosiva que se pretende profunda pero que difícilmente llega a serlo. Es menos superficial que su predecesora (lo cual tampoco era muy difícil) pero se encuentra muy lejos de ser una obra de arte. Hay, como en la primera, torsos desnudos y atléticos (incluido el de Dorian Grey Cruise), pero en su mayoría masculinos; la exposición de los cuerpos femeninos brillan por su ausencia; pero la tensión homoerótica se incrementa con respecto de la primera entrega. Se rescata porque incluye a una de mis debilidades femeninas (Jennifer Connelly) y por un aparente mensaje de “hay que dejar ir el pasado”, cosa que el protagonista y productor no pudo hacer si está al frente de esta segunda entrega. Palomerísima. 

🐶🐶🐶 de 5

* En Paramount y Prime. 


Le charme discret de la bourgeoisie (Francia/ Italia/ España, Luis Buñuel, 1972). El cineasta aragonés da rienda suelta a sus obsesiones en esta entrega de su periodo francés. La historia sigue a un variopinto grupo de burgueses que recorren diversos escenarios de Francia mientras rompen la certeza de lo real y lo soñado. El surrealismo de Buñuel se mezcla con la crítica a las clases altas, la despiadada sátira de la religión y la denuncia de los crímenes que por esas fechas se llevaban a cabo en muchos países de América Latina (iniciar la perorata de uno de los personajes con la alusión de la represión en contra de los estudiantes no parece aleatorio, con todo y el 68 francés). Demoledor retrato de prácticamente todas las instituciones: el Estado, la diplomacia, la iglesia, el ejército y la particular clase social a la que pertenece la troupe de personajes retratados por el director. Vista en estos tiempos arroja un diagnóstico aterrador: no ha perdido vigencia. 

🐶🐶🐶🐶 y medio de 5 

* En Mubi.


Po Sui Tai Yang Zhi Xin (China, Bi Gan, 2022). Un gato negro hace un pacto con un espantapájaros e inicia una aventura que lo lleva, ataviado con las ropas del segundo, a explorar diversos aspectos de la naturaleza humana. Fábula oscura que muestra un dominio tremendo del arte cinematográfico y de algunos de sus elementos como el uso de la perspectiva y del travelling. Historia llena de proezas técnicas y de una aspiración que va más allá del puro efectismo. Alucinante. 

🐶🐶🐶 y medio de 5 

* En Mubi. 


Im Westen nichts Neues (Alemania/ EU/ Reino Unido, Edward Berger, 2022). Cinta que narra las vivencias de un joven soldado durante las batallas libradas en el frente occidental de la Primera Gran Guerra. Imágenes y trama cruda, sin concesiones. Bella fotografía y recreaciones impresionantes de los escenarios y las batallas libradas en las trincheras y en el cuerpo a cuerpo. Retrato desesperanzador de las miserias humanas y de cómo ideas como el nacionalismo y la identidad pueden destruir la vida de millones de personas. Es un excelente documento para conocer la mirada del conflicto desde la facción derrotada. La construcción de personajes, a pesar de lo vertiginoso de la historia, es consistente y permite empatizar con los mismos. Es importante verla en momentos históricos donde el temor al otro, el crecimiento de los ultranacionalismos y la aparición de líderes mesiánicos y carismáticos empujan a sus naciones hacia procesos que se pueden alargar y ser fatales para los ciudadanos de a pie. 

🐶🐶🐶🐶 de 5 

* En Netflix.


  

La grande bellezza (Italia/ Francia, Paolo Sorrentino, 2013). Un periodista de la alta sociedad, y escritor frustrado, recorre las calles de Roma, mientras el ambiente de las fiestas decadentes y el espíritu de la antigüedad se imponen a la vida superficial de las clases altas y de la nueva burguesía neoliberal en la Italia de principios de siglo. Es una cinta hermosa, con una idea de la belleza en la fotografía, en la composición; con verdad en los diálogos sin que estos sean grandilocuentes o impostados. Con un protagonista cuyo cinismo y desesperanza son coherentes con la decadencia de los tiempos que le toca habitar. Pero que, en medio de todo eso, permite que el amor, la idea de lo sublime y la posibilidad del asombro lo empujen a intentar no perderse el resto de la vida que le queda. Emotiva, reflexiva y hermosa. A pesar de su inicio barroco y excesivo (homenaje e influencia del Fellini excesivo), después de aclimatarse a la propuesta, lo que sigue es digno de verse y sentirse. De lo mejor que he visto este año (niño aún, pero que ya camina). 

🐶🐶🐶🐶 y medio de 5

*En Mubi.


  

The Black Phone (EU, Scott Derrickson, 2021). En la década de los setenta, un adolescente es secuestrado por un psicópata responsable de otros secuestros de jovencitos. En el sótano donde el protagonista vive su cautiverio, un teléfono negro le sirve de conexión con las víctimas previas del plagiario. Una cinta basada en un cuento de Joe Hill, que genera tensión y permite que el espectador experimente la opresión del secuestro y su inminente fin. Hay un discurso en contra de la normalización de la violencia sin importar su origen: el abuso paterno, el bullying, la anulación de los sentimientos y posibilidades de comunicación de los adolescentes, hasta llegar al extremo de la violencia criminal. Es también una historia de amores fraternales. Acción, suspenso, terror paranormal, policíaco, los registros se integran sin obstaculizarse o contraponerse. Se puede apreciar, también, una censura al alcoholismo familiar y a la manera en cómo éste transforma a las personas, cuestión que el propio Hill experimentó al darse el éxito de su padre: Stephen King. De fórmula, pero entretenida. 

🐶🐶🐶 de 5

* En HBO Max.


Hungry Hearts (Italia, Saverio Costanzo, 2014). Un par de jóvenes se encuentran por casualidad en New York, se enamoran, se embarazan y terminan casándose. Lo que pinta para una comedia romántica o un drama doméstico, se convierte en un thriller a partir de la obsesión materna por cuidar a su hijo de las amenazas externas y por su idea de pureza asociada al cuerpo. La cinta sufre un poco por el ritmo desigual, aunque las actuaciones de los dos protagonistas consiguen mantenerla a flote y llevarla a buen puerto. Es una cinta de suspenso constante que, a pesar de no tener picos de tensión, pone al espectador en alerta constante por lo inestable de la crianza de un bebé que entre más pasa el tiempo más está en peligro de muerte. Se plantea como una crítica hacia las formas de pensamiento que reniegan de la medicina moderna y del conocimiento adquirido por el ser humano a lo largo de la historia, recurriendo en cambio a prácticas ancestrales e ideas radicales y “alternativas” que ponen en riesgo incluso a quienes se supone deben proteger. Polémica, con un desenlace que resulta lógico y predecible, pero incómodo. 

🐶🐶🐶 de 5

* En Mubi. 



miércoles, febrero 01, 2023

¡Te amaba y me chingaste! de Nora de la Cruz

En ¡Te amaba y me chingaste! (Nitro Press/ UNAM, 2020), Nora de la Cruz (Estado de México, 1983) escribe una historia de amor (o desamor, valga la aclaración, aunque uno sin el otro no se entiende) que recupera una serie de referencias literarias y culturales que resuenan en oídos y lectores atentos. 

Desde el título se asume la importancia del lenguaje y de la oralidad cotidiana. La prosa de la autora retoma las formas de expresión de las novelas decimonónicas provenientes del Romanticismo, pero también de las traducciones al español de obras anteriores (sobre todo renacentistas, pero también neoclásicas) para entregarnos un pastiche que se hunde en el humor y la metarreferencialidad en busca de generar el efecto estético buscado. Y lo consigue. 

En la obra, que narra la relación tormentosa entre dos personajes émulos de Romeo y Julieta, (pero también de Calixto y Melibea, incluso de Renata y Ulises), accedemos a una prosa que hermana los registros de la denominada cultura elevada (high culture) con la cultura de masas (cultura popular en la vertiente de la generada por los medios masivos). De tal forma, al tiempo que los títulos de los capítulos aluden a la obra de Ovidio, la segunda de epígrafes nos recuerda la configuración del caballero típico del siglo XX a través de “Amante a la antigua” del basileño Roberto Carlos. 

La búsqueda desesperada del amor romántico de Fosca María choca con la pusilanimidad de Tito Lucio. Encuentros, desencuentros, malentendidos que alguno asume como sobreentendidos, todo abona para una trama llena de escenas dignas de realismo ruso, pero también de la telenovela de las nueve. Como si Marie Louise Alcott hubiera escrito una novela con personajes de Mecánica nacional, todo en escenarios nacionales llenos de lo que hace entrañables a algunos de esos sitios, como la música de José Alfredo Jiménez de fondo. 

Si bien persiste el narrador omnisciente como marca de esa alusión a los mecanismos del relato romántico-realista, la configuración de los personajes escapan de los estereotipos casi monolíticos con que se construyen algunos de los tándem de la época y adquieren autonomía y conciencia. Para bien y para mal. 

Es una novela divertida que descoloca pero, al mismo tiempo, permite recordarnos que la vida (como realidad y fantasía, materialidad e imaginación) es un complejo en donde los espacios en apariencia estancos se mezclan de manera azarosa pero armónica si lo vemos en perspectiva. La literatura tiene historia y la comprensión de la misma nos permite apreciar su necesaria e inevitable evolución. Como dijera otro poeta: “tenemos que recordar que no existe eternidad”.