viernes, junio 29, 2007

Si tienen tele...

me he ausentado un poco de este espacio por causas ajenas a mi voluntad. Estoy con mucho trabajo, pero espero pronto regresar a plantear por acá algunas ideas. Mientras, si quieren y para decepcionarse, me pueden ver por tele. Lazo latino , la agencia en la que trabajo en mis debrayes periodísticos, fue invitado a dar algunas cuestiones de contexto cultural relacionado con los países que participan en la Copa América. Mauricio Aranguren y su servilleta estamos en dos segmentos entre las ocho y las diez de la noche en el canal 501 de Sky en el programa de Francisco Javier González, Súper Estadio. si tienen tele, ahí nos ven...

jueves, junio 14, 2007

Decálogo para buscar a la mujer perfecta


Ruy Feben, de regreso en su nuevo blog, llega con este decálogo de lo que buscamos en una mujer. De pelos.

"[...] la sabiduría del universo (o tu puta terquedad) te está dando el chance de replantear las cosas. Vamos, anda, que no está tan mal: después de todo, vivimos en un mundo húmedo (75% agua), somos humedades con piernas y genitales, y quien no llora, se termina orinando. Así funciona. Entonces pongamos mejor manos a la obra. Estás expiando culpas, y se vale. Pero también hay que tener un panorama claro. Vamos, Feben, que es hora de mamar del cosmos y ponerse a bloguear como se debe; que es tiempo de ponerse a escribir y tomárselo en serio; que es tiempo de ver la vida hacia delante, chico, vamos, que es momento de que esta película de mierda empiece; que es momento de trazar entonces el cuadro de la mujer que quieres a tu lado. Vamos jugando a Borges, o, lo que es lo mismo, fill the blanks:

a) Quieres una mujer a la que francamente le importe un bledo el pasado. Tanto el tuyo como el de ella: exnovios, ennovias, frustraciones, traumas y miedos. Si, ya entrados en gastos, también puede ser propensa a la separación entre procesos psicológicos personales y procesos de crecimiento en una relación emocional, qué mejor. Si, de paso, entiende que, a veces, estar en una relación puede funcionar en términos terapéuticos, y está dispuesta a vivirlo así, es ganadora.

b) La quieres inteligente. De preferencia, más inteligente que tú, lo cual no es ningún récord. Si de una vez puede tener intereses intelectuales en los cuales tú seas un imbécil funcional, mejor. Es decir: si puede ser psicóloga (armada), internacionalista, politóloga, comunicóloga, o cualquier tipo de profesionista que tenga que ver con el desarrollo intelectual, si está interesada en el desarrollo social, sostenible y es, en ese sentido, medio hippie, tiene dos pulgares arriba. Y si, de paso, practica un arte, no hay nada más que pedirle.

c) Bueno, sí. Quieres que sea guapa. Es decir: no tiene que ser modelo, pero no estaría mal que fuera alguien que te provoque mirarla por horas sin cansancio. El tipo físico no importa: importa que el olor te cautive, que la mirada te pierda, que sus manos se sostengan solas, que cada gesto sea una sorpresa. Que se puede fundir contigo físicamente: que cada orgasmo sea un universo nuevo, e-léc-tri-co.

d) Que te haga enloquecer todos los días. Que te inspire a dejarle flores incógnitas. Que te provoque cenas con velas y también fiestas ruidosas y conversaciones interminables y silencios compartidos y tardes en el sofá indagando una serie repetida y disertaciones ridículas y resoluciones para quedar bien con ambas familias y enojos menores y soluciones enormes y una vida de diario.

e) Que a veces llore en algunas películas, que otras no entienda qué demonios pasa con sus hormonas, que sea capaz de conmoverse. Que se enoje sin razón algunas veces y que otras decida que no es necesario el fútbol para odiarte como hombre. Que el corazón se le cuele por cada poro.

f) Que sea determinada y sepa, por lo menos de lejos, qué quiere hacer de su vida. Que te sorprenda a veces regañándote por no haber limpiado tu auto o tu casa. Que otras deje tirados los calcetines en el pasillo. Que trabaje duro por eso que es importante para ella y que también se dé tiempo para descansar de pronto. Que te despierte por la mañana porque, de pronto, ha tenido la loca idea de ir a San Miguel de Allende. Que se atreva a locuras que a veces tú te callas por miedoso.

g) Que te admire y que la admires. Que de pronto aparezca su nombre en algún libro. Que tenga la capacidad de decirte que eso que acabas de escribir es una mierda, pero que, otras veces, sepa echar a andar un llanto callado por una poesía en espiral. Que esté ahí en los momentos grandes y en los turbulentos. Que te haga saber que te quiere cerca en esa presentación tan importante, o que te llamará en cuanto salga de esa entrevista para el trabajo que lleva tanto tiempo buscando.

h) Sobre todo, que te quiera. Y que tenga claro que quiere estar contigo. Que te mande mensajitos fortuitos en el celular, a deshoras. Que te llegue de sorpresa un día al trabajo, con un pastel que le hizo acordarse de ti. Que te llame en la madrugada y, a veces, se moleste un poco si no le has dicho que te irás con tus amigos. Que se deje secuestrar algunas noches. Que te abrace sin razón en público y en privado, que te haga cariñitos cuando no te lo esperas. Que te mire a los ojos y te permita perderte, que se pierda en tus manos y que decida, un día, por nada y todo esto, que, después de todo, sí puedes ser lo que llaman “el amor de su vida”."

Visiten al buen Feben que atiende aquí y aquí.

miércoles, junio 13, 2007

Manual de evasiones imposibles


Así es como se llama el libro con el que Martín Cristal (Córdoba, Argentina, 1972), obtuvo el Premio Iberoamericano de Cuento “Agustín Monsreal” en 2001. Y con todo merecimiento. Los cuentos que aparecen en este libro son magníficos y mantienen un nivel coherente y parejo, sin resultar monótono, página tras página.

          Mezclando con conocimiento de causa el ejercicio de la escritura que se piensa a sí misma (“Ahora no”, “Arena”); con las fabulaciones de una vida cotidiana que deviene maravillosa (“Encuentro en el Edén”); adereza el libro, la relación lastimosa y lastimera de un hijo que pierde a su amada por continuar viviendo con su madre, una madre que extraña a otro hijo, uno que ya no está, no al presente; el final, sin embargo, es de una ternura conmovedora (“El cielo azul de las postales”).

          El mejor cuento del libro viene hacia la mitad del mismo y tiene un título somero: “Las luciérnagas”. En él, dos niños van al campo a pasar unas vacaciones con su madre y el novio de la madre, que quiere ser el padrastro. Los dos niños se divierten atrapando luciérnagas; aunque el mayor odia con evidencia y cinismo al novio de la madre. Asusta al pequeño con la idea de que el tipo es el diablo. El final es uno de los mejores que he leído.

          “La curiosidad de los turistas”, le infringe a uno de esos turistas de mochila y urgencia por ver, más que por vivir, el castigo que muchos quisiéramos inflingirle a varios de estos farsantes. “Gretagarbo” es un cuento duro, inclemente, violento; y por todo lo anterior, muy bueno. “Ladrón, ladrón” es un experimento fallido, por mucho el más flojo de todo el volumen. “Ruta 80” recupera el brío de los demás texto y nos deja entrever la sonrisita de un Borges que se esconde tras los espejos de los miles de discípulos que dejó en toda América Latina.

          “Latido universal” y “Una tumba para Benito de Soto” son dos cuentos que en realidad es uno. Un cuento de ciencia ficción que no se presenta como tal. Parte de una premisa intreresante, si el universo está en constante expansión, los habitantes actuales somos visiblemente más grandes que los habitantes de otro tiempo. El viaje al pasado implicaría ser un gigante, mientras que el viaje al futuro nos volvería microbios. Muy buena historia, contada con un tono intimista que recuerda algunos cuentos de Roberto Bolaño.

          “La mano sensible” es una historia de esoterismo con una anécdota policíaca por demás entretenida. “Algo más allá de los arcos” retorna al tono juguetón de pensar la literatura y el ejercicio de escribir, sin embargo, no tiene la gracia ni la contundencia de otros textos del mismo libro.

          Finalmente, está “Voyeur”, el cierre perfecto para un libro que se solaza en los laberintos, las sorpresas, las vueltas de tuerca, los espejos y los personajes bien delineados con la descripción de unos cuantos rasgos.

          En todos los sentidos es un libro recomendable. Se encuentra en Editorial Colibrí.


Nota al margen: la portada es horrenda, horrenda, horrenda.

Hip, Hip... ¡Hurra! Por el capitán Kirk



El buen David Ojeda tuvo a bien hacer circular en el más reciente encuentro de Jóvenes Creadores un disco de William Shatner. Sí, así es, el legendario capitán Kirk de la Enterprise de Star Trek y hoy obeso abogado co-protagonista de la manchada serie Boston Legal.

El disco en cuestión se llama Has Been y es, sin temor a exagerar, un verdadero deleite. Shatner se hace acompañar de la música y producción de Ben Folds para aderezar sus textos. Lo más relevante del disco son, precisamente, sus textos. Unos textos que exhudan un sentido poético que no se refugia en la exquisitez o la búsqueda de la frase perfecta o la metáfora adecuada, sino en la crudeza de la vida cotidiana.
El disco comienza con “Common People”, en donde una aparente ninfeta con un chorro de lana le expresa al narrador su deseo de vivir como la gente común. La voz de Shatner reta a la muchachita y se burla de su pretensión.

Rent a flat above a shop!
Cut your hair and get a job!
Smoke some fags and play some pool.
Pretend you never went to school.
But still you'll never get it right.
When you're lyin' in bed at night,
Watching roaches climb the wall.
If you call your dad he could stop it all.

You'll never live like common people!
You'll never do whatever common people do!
You'll never fail like common people!
You'll never watch your life slide out of view,
and dance, and drink, and screw!
Because there's nothing else to do!

En “It Hasn't Happened Yet”, la voz de Shatner parece salir del propio actor al quejarse del sinsentido en el que la vida lo ha colocado. Aún no consigo, ni paz ni serenidad. Todo con el telón de una Nochebuena lejos de la gente que realmente le interesa.

Yes, there are nods in my direction
Clap of hands
A knowing smile
But still
I'm scared again
Foot slipped
Pebbles fall and so did I, almost
(I'm high) on Yosemite, the big grey wall (fear of falling)
Where to put my foot next (fear of failure)
I'm afraid I'm gonna fall
(be at one with the mountain)
I whispered in the air
(fear of falling, fear of failure, fear of losing my hair, falling)

La siguiente canción es “You'll Have Time”, por mucho la mejor rola de todo el disco, con un fondo como de coro de iglesia bautista que le da un aire de predicador bienintencionado a un texto que pretende, sin embargo, soltar unos cuantos madrazos.
I tell you who else left us
Passed on down to heaven no longer with us
Johnny Cash, JFK, that guy in the Stones
Lou Gehrig, Einstein, and Joey Ramone
Have I convinced you?
Do you read my lips?
This may come as news but it's time
You're gonna die
You're gonna die

By the time you hear this I may well be dead
And you my friend might be next
'Cause we're all gonna die

La siguiente pieza, “That's Me Trying”, es un conmovedor relato acerca de un hombre que llega muchos años después a ver a una hija que el tiempo y la distancia han dejado en un pasado lleno de espinas. Podemos imaginar la cara de la mujer (tiene cuarenta) tratando de comprender los demonios que devoran al anciano que tiene enfrente. El aompañamiento musical es de los mejores de todo el disco.

So let's just pretend that the past didn't happen
I don't really like thriller as well.
I don't want to know if I've got grandchildren
no need to tell me where I went wrong
I don't want to know what happened in your thirties
You wanna try 'cold mountain'?
Or is that too long??

Years of silence, not enough
Who could blame us giving up?
Above the quiet there's a buzz
That's me trying
I'm trying.

“What Have You Done” es una pieza sin música. Narra una tragedia. El encuentro entre un padre y su hija muerta en la bañera. Es imposible dejar de estremecerse ante las descripciones de la escena.

She was underwater
In the shadows
Was it there, was it not?
I stepped back
A veil in front of my eyes
The water was still and so was she
I dove in with so little breath
In truth I knew
I was too late for death
I had one chance
I grasped her arm and floated upwards
Wanting to stay below in the warm forgiving waters
What have you done
I screamed to the stars
Then over to the shallow edge
She was face down
Smaller and more vulnerable than in life
Her curls wet around her ears and neck
Her dear profile at peace at last
A finger in her throat sounded a click
Her body still and blue
Is this what death looks like?
My love was supposed to protect her
It didn't
My love was supposed to heal her
It didn't
You had said don't leave me
And I begged you not to leave me
We did.

En “Together”, Shatner plantea la posibilidad de que dos personas compartan el gusto por estar juntos. Es el momento en el cual se toma conciencia de que se desea ese estar juntos y que se reconoce la improtancia de tal decisión.

Together Our souls are warm Lives reborn From hearts that were torn Before Breath renewed Everyday with you Our arms our hold We are not alone Together We're ready.
En “Familiar Love”, la perspectiva del abandono en la pareja, genera la reconsideración de las cosas que generan hartazgo aparente, pero que son de lo que se construyen esas relaciones.

I've had the one night stands
Waiting for the phone to ring
(Waiting for the phone)
The shakes of anxiety
The flacid response to nerves
The hideous revelation of character
The unfamiliar smell of breath and skin
Unexpected noises...from within


¿Cómo es un hombre enamorado? La respuesta la parece tener la canción “Ideal Woman”, donde se ve que los defectos mudan virtudes y que el amor todo lo puede adaptar, perdonar y convertir.
I love what you eat
You want yogurt? you got yogurt!
Papaya? it's yours!
Chewing gum? chew away!
I just want you to be you...

Spit out the gum, it doesn't work...

When you sleep, you're the most beautiful
In the moonlight, your soft skin glows
Your hair scroll on the pillow a vision
The murmuring breath, the slight snore
The slight snore...
I want you to be you

En fin, que el material es harto recomendable y la sensación que genera es rara por desconocida. Queda en la mente creer que no se había escuchado algo igual. Dice la santa que se parece a Paco Stanley. Sí, le digo; sólo que el dealer de las estrellas no escribía sus textos y no se atrevía a echarse un round de vocales con Henry Rollins o a poner a Pulp en el fondo.

viernes, junio 08, 2007

Filósofos Top 20


Atiendo la idea de pensador, más que de filósofo. El primero piensa y reflexiona sobre su entorno sin plantearse un objetivo concreto. El segundo, entiendo, basa su reconocimiento en criterios académicos. En fin.

1. Emile Michel Cioran. El día que la amargura y el pesimismo se volvieron una cosa divertida.
2. Platón. El padre de todo este quilombo. Pensar pensándose.
3. Albert Einstein. Sus Reflexiones sobre mi pueblo, bien leídas podrían ser igual de importantes que la teoría de la relatividad.
4. José Carlos Mariátegui. Pensar América Latina desde América Latina. Atender la problemática social atendiendo las características de la propia sociedad latinoamericana.
5. Edward Säid. Un palestino viviendo en Nueva York y desnudando los mecanismos del imperio utilizando para ello la literatura. ¿Algo más?
6. Carlos Marx. Atreverse a pensar el mundo como una totalidad. Enorme ambición hoy sustituida por la observación idiota de los fragmentos.
7. Friederich Nietszche. Dios ha muerto. ¿Viva Dios?
8. Friederich Hegel. Explicarse como funciona el mundo es la mayor ambición. ¿Dónde quedaron estos hombres?
9. Giordano Bruno. El Renacimiento que no pudo parar a la barbarie de las hogueras.
10. Martín Lutero. El teólogo que hizo cimbrar a la Iglesia católica, pero que hizo posible, también, los programas de predicadores dominicales por televisión.
11. Carlos Monsiváis. A huevo que es un filósofo. Quien lo dude es porque no lo ha leído.
12. Edmundo O'Gorman. Si somos una invención, ¿qué responsabilidad tiene el inventor?
13. René Descartes. Cogito ergo sum, que no quiere decir "cojo y luego me jeteo", como alguna avezada mente me había sugerido alguna vez.
14. Nicolás Maquiavelo. El padre de la teoría política realista (y cínica, hay que decirlo).
15. Tomás Moro. Consiguió que muchos, entre ellos Colón, Bartolomé de las Casas y Vasco de Quiroga, creyeran en la existencia de Utopía.
16. Paul Ricoeur. Pensar el texto. Pensar la historia. Pensar la vida.
17. Germán Arciniegas. Pensar lo que somos implica saber de dónde venimos.
18. Fernando Savater. Hizo lo que los primeros filósofos se habían planteado hacer: enseñar a pensar a los más pequeños.
19. Jesús de Nazaret. Es cierto que tenemos que leer su mensaje con una cantidad infinita de mediaciones pero, ¿no sería genial que realmente hubiera existido y dicho esas aparentes obviedades?
20. Jürgen Habermas. Ir contra la corriente en un mundo contemporáneo que no soporta a los que nadan a contracorriente. El más tradicional y cool de los filósofos vivos.

Novelitas Top 20


Al igual que a René, se me dificulta distinguir el límite entre una novela novela y una novelita. Atiendo sólo el criterio de extensión. Acá van.

1. El principito de Antoine de Saint Exupery. Ajá, en las dos listas. Allá (en las novelas) por la profundidad de su contenido y acá por su extensión. Es MI libro.
2. La metamorfosis de Franz Kafka. Nunca nadie dijo cucaracha. Dijo "un extraño insecto". Samsa siempre es un recuerdo cada vez que abro los ojos por la mañana.
3. El jugador de Fiodor Dostoievski. Porque a mí Dostoievski sí me gusta. En esta novela refleja mucho de lo que él era en la vida real. Con las licencias respectivas, podría ser su novela más autobiográfica.
4. La última noche de Dostoievski de Cristina Peri Rosi. Un volver a hacer El jugador con una prosa límpida llena de frases geniales y una veneración bien dirigida hacia el maestro ruso.
5. El sabueso de los Baskerville de Arthur Conan Doyle. Sherlock Holmes con su agudeza cerebral desentraña una de las más macabras leyendas sobrenaturales de la campiña inglesa, en la que hay una historia de amor, un perro y mucha cocaína.
6. Las batallas en el desierto de José Emilio Pacheco. Por la impostura perfecta de la voz infantil. Por vernos en un país que nunca más será.
7. Salón de belleza de Mario Bellatín. Apocalipsis en pleno con un Bellatín creador de atmósferas más que de historias.
8. Léperas contra mocosos de Francisco Hinojosa. La literatura infantil que me hubiera gustado leer de niño.
9. El corazón de las tinieblas de Joseph Conrad. Porque el corazón de las tinieblas no está solamente en el África colonizada, sino en todo aquello que nos convierte en lo que somos (o en lo que no queremos ser).
10. Los dos payasos de César Aira. La brevedad vuelta maestría. El argentino es uno de los mayores exponentes del género.
11. El teatro de la memoria de Pablo de Santis. Después de Mateo Ricci y antes de Thomas Harris, De Santis nos lleva a pasear por los armarios de la memoria.
12. Operación masacre de Rodolfo Walsh. Antes de que Truman Capote divulgara que había inventado la non fiction novel, Walsh ya llevaba dos reediciones de su obra más conocida.
13. Matilda de Roald Dahl. Por lo que tiene que ver con mi historia. La de leer a escondidas de noche aunque mamá apagara las luces temprano so pena de una buena tunda.
14. El viejo y el mar de Ernest Hemingway. Después de leer esto, Moby Dick parece más una novela sobre la vanidad que una gran obra de arte.
15. El perseguidor de Julio Cortázar. A pesar de que el jazz no es algo que me vuelva loco, ni que tenga en demasiada estima, este libro me hizo escuchar (y disfrutar) a Charlie Parker.
16. El túnel de Ernesto Sabato. Locura, arte, literatura y una obsesión por una mujer, ¿qué más se puede pedir?
17. El fantasma de Canterville de Oscar Wilde. El retrato en pleno del utilitarismo norteamericano. Una excelente crítica al inicio del abandono del idealista siglo XIX y el arribo de un siglo XX pleno de desigualdades.
18. La virgen de los sicarios de Fernando Vallejo. Uno de los pocos escritores que dice lo que se tiene que decir, de una forma en la que nacie la queremos oir.
19. La mujer que tenía los pies feos de Jordi Soler. Lo mejor que le he leído a este ex-Rock 101.
20. El reino de este mundo de Alejo Carpentier. Alucinante, sin más.