lunes, enero 11, 2010

El Barrio es el Barrio


Lo primero que conocí de Luis Humberto Crosthwaite fue su cuento “La fila” publicado en aquella antología de Julio Ortega llamada Las horas y las hordas de Siglo XXI, en cuya selección el peruano no andaba muy errado. El fin de semana releí con singular gusto y sorpresa Estrella de la Calle Sexta, una recopilación de Tusquets en el que se incluye, creo yo, uno de sus productos más logrados: “El gran pretender”.
          Lo que el tijuanense logra en este relato implica una de esas cuestiones tan discutidas dentro del campo de lo literario latinoamericano, el debate entre lo local y lo universal. Y el supuesto que implica que abordar cuestiones que desnuden la realidad inmediata del que escribe (contexto, habla, cultura, tradición, historia) es algo que se opone a las tendencias actuales de la literatura latinoamericana, con “ambiciones de cronotopo cero” y demás supuestos teórico-estéticos.
          Es cierto que en el quehacer literario muchas veces el intento de retratar el habla (sobre todo el habla) de los habitante de cierta realidad socio-histórica redunda en hipérbole o caricatura mal dibujada. Lo valioso en Crosthwaite reside, precisamente, en la posibilidad de transformar esos referentes ubicables en la frontera y construir un entramado de frases simples, cortas, contundentes que, a pesar de su aparente sencillez, cargan con una serie de códigos lingüísticos sólo comprensibles desde la realidad que se (d)escribe.
           Lo que más me llamó la atención de los relatos, pero sobre todo del último, fue la musicalidad. El ritmo. La precisión, el trabajo, la talacha que se adivina para que una palabra pegue con la otra y así, de a una en una, construir un mosaico que mantiene al lector ensimismado en una lectura que va más allá de la anécdota y de la trama. Que se enreda, para bien, en el lenguaje. Una muestra:
La China: su esposa su waifa su jaina su esquina.
          Su ruca, su morra, su nicho, su queso, su allá voy, su de aquí soy, su torta, su estribo, su tierna melcocha, su media naranja, su castigo, su misión en la tierra, su rancho, su ajúa, su acá, su bien terrenal, su gestión, su obra, su casa grande, su cobija eléctrica, su cachora al sol, su requinto tristón, su rolita oldi, su mejilla sudada, su cementerio, su beibi, su primera dama, su necesidad, su desdén, su urgencia médica, su carestía, su ya no, su cómo no, su otra vez, su no me jodas, su pensión, su fin, su cárcel, su no sé qué.
          La China: su esposa su waifa su jaina su esquina.

2 comentarios:

Jo dijo...

Ohh me encantó y pensar que unos se pretenden ilustrar con una canción de cafe tacuba .. o que solo se remitian a chava flores...

esto esta genial si hasta lo lei en voz alta

:D

Anónimo dijo...

que tal eh!
No me habia dado cuenta de que escribisteis algo del Crosthwaite, se lo voy a comentar para mirar en su rostro una cara de desconcierto...mientras guardame el libro que ya me lo reclamo.

r