miércoles, octubre 20, 2010

Como un río caudaloso/ que acelera su corriente...


Victoriano Huerta comienza a gobernar con el apoyo del ejército federal, los hacendados, los empresarios y el gobierno norteamericano. Sin embargo, un evento en el exterior cambiará el destino del entonces llamado Chacal: los demócratas ganan la presidencia norteamericana en la persona de Woodrow Wilson, con lo cual Huerta pierde el apoyo que el gobierno norteamericano anterior le había ofrecido.
          Desde el norte, la rebelión y el desconocimiento al presidente usurpador comienza a generalizarse. En Coahuila aparece la figura de Venustiano Carranza, un hacendado reyista perteneciente a la clase alta, quien lanza el Plan de Guadalupe con el que convoca a la formación del Ejército Constitucionalista. De manera paralela, en Sonora, un grupo de generales pertenecientes a la clase media con vínculos con las clases populares se declaran también en armas; entre estos están Álvaro Obregón, Salvador Alvarado, Plutarco Elías Calles, Manuel Diéguez y Adolfo de la Huerta. En Chihuahua, la omnipresencia de Villa hace que su ejército represente a la clase baja, aunque no exclusivamente campesina; en la División del Norte hay jornaleros, aparceros, “medieros”, rancheros pobres, vaqueros, mineros, ferrocarrileros y obreros diversos. En el Sur, Zapata se mantiene en pie de guerra, ahora en contra de Huerta, con la misma petición: el retorno de las tierras usurpadas.

En mil novecientos diez
en armas se levantó,
y al grito "¡Viva Madero!"
al gobierno combatió.

Luego Zapata y sus fuerzas
cuando Madero triunfó,
por causas no conocidas
de nuevo se sublevó.

Todos bien recordamos,
cuando la traición de Huerta
Zapata aún siendo rebelde
no se mezcló en la reyerta.

Cuando el cuartelazo infame
del día nueve de febrero,
al Estado de Morelos
fue en automóvil Madero.

No se sabe a qué negocio
Madero fue a Cuernavaca,
el caso es sin contratiempo
conferenció con Zapata.

Por fin Huerta por los suyos
fue elegido Presidente;
pero Zapata en Morelos
juró a Huerta darle muerte.

Villa y Carranza en el Norte
juraron con buen esmero,
vengar la sangre regada
del Presidente Madero.

Luego entre Villa y Carranza
un disgusto aconteció;
pero Emiliano Zapata
con Villa si confrontó.

Se unieron Villa y Zapata
como buenos compañeros,
uno peleaba en el Norte
otro en el plan de Morelos.
Fragmento del corrido
“La muerte de Zapata”
Ese movimiento de oposición rinde frutos: hacia mediados de 1914 los rebeldes dominan el norte del país y avanzan hacia el centro para echar a Huerta de la capital. En abril, los marines norteamericanos, por indicaciones del Congreso de su país, intervienen en Veracruz para evitar que Huerta reciba un cargamento de armas proveniente de Europa. El aislamiento generalizado que sufre Huerta lo obliga a rendirse el 24 de junio de 1914 y a exiliarse en España.
Yo soy soldado de Pancho Villa,
de sus dorados soy el más fiel,
nada me importa perder la vida,
si es cosa de hombres morir por él.

De aquella gran División del Norte
sólo unos cuantos quedamos ya,
subiendo sierras, bajando montes,
buscando siempre con quien pelear.

Ya llegó, ya está aquí,
Pancho Villa con su gente,
con sus dorados valientes,
que por él han de morir.

Adiós villistas que allá en Celaya
su sangre dieron con gran valor,
adiós mi linda Ciudad Chihuahua,
ya nos veremos otra ocasión.

Ya llegó, ya está aquí,
Pancho Villa con su gente,
con sus dorados valientes
que por él han de morir...
Corrido del Dorado de Villa
La caída de Huerta no significó la unidad de las facciones involucradas en la lucha revolucionaria. Villa y Carranza tuvieron que negociar la permanencia del Centauro del Norte en su región de influencia, a cambio de que Carranza convocara, de manera urgente, a una convención de generales que pactaran la aceleración de las reformas sociales que habían sido motor de la lucha armada. Los tratados y los acuerdos, sin embargo, resultarían insuficientes y la siguiente fase de la lucha armada se caracterizó por crecientes enfrentamientos entre los principales ejércitos y generales participantes del proceso.

2 comentarios:

El Corsario Negro dijo...

Un interesante "What if..."

¿Y si los EEUU hubiesen seguido apoyando a Huerta?

Édgar Adrián Mora dijo...

No sé, nomás me dio un escalofrío...