Anthony Burguess es un autor mundialmente reconocido. Sobre todo a partir de la adaptación cinematográfica que Stanley Kubrick hizo sobre su novela La naranja mecánica. Sin embargo, más allá de las comparaciones y los comentarios que despierta el contraste entre literatura y cinematografía (a Burguess nunca acabó de gustarle la versión kubrickiana), el resto de su obra parece condenada al olvido. Y vaya que tiene buenas obras.
Una de ellas es Fin de las noticias del mundo. En esta obra apocalíptica, se combinan tres relatos distintos, en diferentes registros y que, según palabras del autor en algún otro texto, perfiguraba las tres grandes revoluciones que el mundo había concebido: la revolución del psicoanálisis, el fracaso de la Revolución Rusa y el advenimiento de los medios de comunicación electrónicos como oráculo infalible.
Es así que el texto nos lleva de un desayuno con hamburguesas entre el matrimonio persidencial de los Estados Unidos (los Carter); a una construcción de ciencia ficción en donde la Tierra es amenazada por una fuerza alienígena que llevará al planeta, irremediablemente, al "fin de las noticias del mundo", en un guiño más que literal para Fukuyama y su "fin de la historia"; de ahí, el autor nos transporta a una reseña-proyecto-paráfrasis de una comedia musical que narra la visita de Leon Trotksy al Nueva York de 1917; para, finalmente, presentar una biografía de Sigmund Freud que aparece en las pantallas (y en las páginas) como una telenovela.
Con fuerza narrativa y una imaginación desbordada, es un texto que merece una lectura atenta. En una de ésas se descubre a un escritor que es más que la fama construida por una sola obra.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario