martes, noviembre 17, 2009

Si me han de matar mañana...


El sábado anterior estuve en el Castillo de Chapultepec (¡pero qué bonito edificio, chingao!), específicamente en el alcázar, para escuchar un concierto de la Orquesta Típica de la Ciudad de México, con motivo de las Noches de Otoño (la próxima es este sábado). Tuve un momento, creo que fue durante la "Sinfonía La Sandunga" en que sentí esa cosa que de repente se puede asociar con un sentimiento de pertenencia a algo. La música que toca la Típica es música popular nacionalista que ha sido adaptada a los cánones y partituras de una orquesta de cámara. Una de sus características, sin embargo, tiene que ver con el uso de instrumentos característicos de los sonidos de México en diversas épocas y regiones como el salterio (chico y grande), el bandolón (chico y grande), el bajosexto, el arpa y la marimba.
          Es una pena que una orquesta que se encarga de rescatar un poco de lo que los sonidos musicales pueden decirnos sobre nuestra historia musical tenga tan poca atención. El gobierno de la Ciudad de México la ha rescatado, pero supongo que es necesario que se le otorgue una sede para poder ofrecer conciertos de manera regular.
          El marco del concierto del sábado, sin embargo, no pudo ser mejor escogido. El ascenso al castillo en el trenecito y en medio de los árboles que bordean la calzada, con el frío de la noche joven y el mar de luz extendido a nuestros pies, es algo que no puede olvidarse fácilmente.

1 comentario:

Jo dijo...

pues que digo...

que envidia me da