viernes, noviembre 27, 2009

No mamen


No alcancé horario para la ya casi extinta en cartelera Inglorius Basterds, por lo que probablemente esté condenado a verla en DVD. El viaje hasta el cinito estaba hecho, así que había que decidir con qué sustituir el plato que representaba la peli de Tarantino. Y total, que un tanto irresponsablemente, me chuté el blockbuster ése súper taquillero de New Moon, la película de Chris Weitz basada en la noveleta de Stephenie Meyer que habla de vampiros adolescentes, hombres-lobo fans del Abs-Tonner y personajes femeninos la mar de maniqueos y en el límite del retraso mental.
          La película es un catálogo más que exhaustivo de todos los chiclés del romanticismo decimonónico llevadas a clave de High School Musical, pero sin musiquita y con personajes que se asumen (y la mayoría del público asume) como "profundos". La historia, en esta segunda parte de la "saga" (uff) de Twilight, gira alrededor de los "problemas existenciales" de los dos pretendientes de una Bella que uno no sabe si está drogada o nomás es medio pendeja.
          La "confrontación" (que no llega ni siquiera al punto de que los dos machines se pongan sus buenos madrazos) de los dos personajes pasa sin pena ni gloria. Desesperante guión que repite una escena ¡idéntica! con las mismas premisas argumentales y casi los mismos diálogos, al menos cinco veces a lo largo del metraje.
          Si uno quisiera ver alguna cosa relevante (y les aseguro que cuesta un chingo), uno encontrará mensajes que casan con un conservadurismo digno del terror bushista en el que la serie novelada fue concebida: machismo que convierte a la protagonista femenina en el "trofeo" del más machín y "sensible"; un clasismo que revela que los ricos Cullen podrán joderle la vida a la niña Bella, y el homoerótico (y casi homeless) Jakob podrá entrar al quite, pero sólo como un sustituto temporal "para pasar el rato" (-"Siempre fue Edward", le dice Bella en uno de los diálogos cumbres del final la película); el racismo reflejado en "el olor a perro mojado" de la consen gossip girl hermana del protagonista encierra más que un chiste inocente. Fiel reflejo de buena parte del conservadurismo gringo alcanza su numen en la frase final de la película, ni Disney es tan obvio, transparente, aburrido, predecible, falto de imaginación e indignante.
          No debería admirar si tomamos en cuenta que el director de marras ha dirigido churros tan paralelos a éste como American Pie. La neta, de cuatitos: no la vean.
          Me decidí a darle el beneficio de la duda a la película por culpa de este post de la Ira.

2 comentarios:

Jo dijo...

jaja.. te leo y no me lo creo
senti como si estuvieramos ahi.. tu a lado mio en la jardinera fuera de cualquier centro comerical y la cineteca contandome toda la reseña de la frustración que acontece cuando ya no pudimos entrar a la función o cuando tuvimos que resignarnos

... jaja

Buen Fin de semana

Anónimo dijo...

¿Por qué no te saliste?