domingo, enero 11, 2009

I'm a man


¿Qué poder tendrá Madonna que hace caer carreras y, después de abandonar a sus amores, resulta que éstos experimentan un renacimiento total? Pregúntenle si no a Sean Penn, a Britney y, ahora, a Guy Ritchie. Su RocknRolla recupera la fuerza que tenía en Snatch y en Lock, Stock & Two Smoking Barrels.
          Personajes masculinos casi en su totalidad, abdómenes esculpidos a conciencia para lucir frente a las cámaras, clichés narrativos, algunos plagios evidentísimos (sobre todo a Pulp Fiction), una belleza rara como la de Thandie Newton, edición esquizofrénica muy en la onda videoclipera, madrazos a granel, unos rusos terminator, un personaje entrañable (el RocknRolla Jonnhy Quid), unos resbalones que le restan verosimilitud a la cinta (un mafioso que va a hacer negocios sin guardaespaldas, p. e.), un soundtrack de puta madre (el inicio con "I'm a man" de los Black Strobe anuncia el resto de la nada desperdiciable selección musical). En fin, que soy fan.
          Se plantea que ésta será una trilogía. Y tendrá que plantearse de manera que pueda cerrar una serie de cabos sueltos que quedan en esta primera entrega y que dibujan más de una cara de molestia entre los asistentes al cine. Yo salí satisfecho. Porque RocknRolla es una película disfrutable en código de testosterona sin desperdicio; pero también en términos de que la sensibilidad, respecto de lo artístico, encuentra variados e inexplicables causas y caminos. Recomendable.

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