martes, noviembre 02, 2004

Calaveras sin decoro / desde el infierno del polvo

Nomás pa' no perder tan bonita tradición.
Besos fríos para todos...

Vicente Fox

Dicen que nació en un rancho
rodeado por los magueyes,
y que murió en un discurso
en medio de puros bueyes.

Fue un presidente muy culto
y le gustaban las letras,
de José Luis Borgues sabía
todas las Obras completas.

Prometió mucho en campaña
transformar nuestro país,
con sus botas de charol
ha vuelto loca a París.

Anda a pleitos con la prensa
por todos lados le llueve,
oírlo hablar por la radio
la pena ajena nos mueve.

Se murió de puro susto,
pues entre fieros aullidos,
la muerte andaba cargando
con chiquillas y chiquillos.

Se casó con la pelona
para salir del panteón,
ahora, como su señora,
figura Martha Sahagún.

Sari Bermúdez

Se murió la periodista,
la muerte tenía premura
por llevarse a la encargada
de difundir la cultura.

Aunque demasiado culta
no lo fue nunca de cierto
pues confundía una novela
cuando decía que era cuento.

Sin embargo le echa ganas,
pues aquél cuento famoso
casi lo leyó completo,
(hablo del de Monterroso).

Afirma que la cultura
en México va pa’ arriba,
igualito que los libros
que ahora tendrán hasta IVA.

De una cena a beneficio
se murió de indignación,
pues cara era la comida
con todo y Sir Elton John.

Hoy en día en el cementerio
organiza hasta la conga,
ahora hay muertos candidatos
para becarios del FONCA.

Osama Bin Laden

Encontraron hoy el cuerpo
sin saber de quién sería,
cuando entre sus ropas vieron
que era agente de la CIA.

Al principio nadie quiso
pronunciar su raro nombre
era Osama Bin Laden
y que nadie se me asombre.

Era un hombre millonario
petrolero pa’ más señas,
que trajo a los gringos siempre
entre ojos y de las greñas.

Lo acusaron ante el mundo
de ser un gran terrorista,
cuando ya iban a apresarlo
que se les pierde de vista.

Vagó por el gran desierto
donde no hay ni triste lago
para pasar las fronteras
se disfrazó de rey mago.

La muerte, que nunca es tonta,
que descubre a este barbón,
cuando cambió el pasaporte
por uno de Santa Claus.

George Bush

Aquí señores ha muerto
el hombre más poderoso,
se creyó el dueño del mundo
y no fue más que un baboso.

A bombazos dialogaba
con el islam disidente,
y con orgullo aclamaba
su cargo de presidente.

Nunca se aclaró la forma
en que ganó la elección,
pues muchos votos en contra
tuvo en toda su nación.

Es de espíritu guerrero
igual que su papacito,
en esto el dicho es certero:
“hijo de tigre, pintito”.

Gobernando por doquier
y en postura de derecha,
le tiraron las dos torres
y sólo dijo “¡a su mecha!”

Como su mente es preclara
y no acepta terroristas
mandó para Afganistán
los comandos pacifistas.

La muerte, que no perdona,
se lo ha llevado al panteón,
lo mató con un gran susto:
¡el avión, jefe, el avión!

El CGH

Hoy nos toma por sorpresa
una noticia liviana
se ha muerto ya el CGH
y ha muerto de mala gana.

Tuvo logros inauditos
entre miembros de las bases
pues consiguió por un tiempo
la universidad sin clases.

Sus métodos siempre fueron
efectivos y sin dudas,
consistió en las barricadas
y los alambres de púas.

Pedían a gritos “¡Congreso!”
y tal era su vehemencia
que la universidad, un tiempo,
fue una casa de demencia.

Era su lema arrogante,
de estos tipos incongruentes,
la historia vuelta de patas:
“Hasta la derrota siempre”.

La muerte se los llevó
directo hasta su escritorio,
y por lo que a mí respecta,
que se los lleve el demonio.

Gloria Trevi

Gloria Trevi se murió,
nos han dicho por la tele,
el asunto es nauseabundo
por dondequiera se huele.

Todos tenemos noticia
de sus macabras historias,
y del novio fetichista
que le falla la memoria.

Fue una cantante famosa,
espectáculo además,
que conquistó a intelectuales
como Carlos Monsiváis.

Nadie sabe a ciencia cierta
lo que ocurrió a esta mujer,
unos dicen que es venganza,
que se la quieren joder.

Por lo mientras en la tele
ha vendido mil programas,
entrevistas, reportajes,
sucedidos, fonogramas.

La muerte se la llevó,
para mirarla del diario,
pues nunca se conformó
con tener su calendario.

Carlos Abascal

Abascal ya nos dejó
hoy andamos cabizbajos,
pues murió el que en vida fue
Secretario del Trabajo.

Su método apantallante,
para morir de la risa:
acabar el desempleo
cantando una santa misa.

Era un hombre que leía
con desmedida pasión:
de Un grito desesperado
a La familia Burrón.

Por su cultura invaluable,
y sus principios decentes,
no dejó a su hija leer
Aura de Carlos Fuentes.

García Márquez no le gusta
por muy diversos motivos,
así que también prohibió
Doce cuentos peregrinos.

A la mujer considera
un animal inferior:
“debe estar en la casita
y atendiendo a su señor”.

La Parca malhumorada,
porque también es mujer,
puso al mocho secretario
el cementerio a barrer.

El trabajo

Hoy mismo se ha decretado
en toditos los lugares
que el trabajo en el país
ha partido hacia otros mares.

Se rumora que está muerto
pero no hay confirmación,
la muerte en rueda de prensa
nos ha dado su versión.

Dice que ha visto en sus tierras
un montón de desempleados
leyendo la nota roja
y avisos clasificados.

Nadie ha encontrado trabajo
y tan sólo de ambulante
se salva el trabajador
del infierno calcinante.

Por la mañana ha salido
en los diarios la noticia:
han hallado al asesino
que es ejemplo de codicia.

La muerte juzga en el acto
y los condena al averno,
allá van en fila india
funcionarios del gobierno.

Los desempleados festejan,
la muerte les hizo el paro,
pues saben que en el panteón
no vale ningún amparo.

La inseguridad

Voy a contar una historia,
biografía no autorizada,
lo que le pasó a la muerte
al salir de su morada.

Caminando por la calle
la atracaron en un puente,
le quitaron la guadaña
y le tumbaron dos dientes.

Abordó un taxi pirata
sin tomar sus precauciones
y el rata que manejaba
le quitó hasta los calzones.

La aventaron en un bordo
sin ropa y medio violada,
cuando dos tipos dijeron
se diera por secuestrada.

Le quitaron la cartera,
como aves de mal agüero,
ordeñaron sus tarjetas
hasta dejarlas en cero.

Desde entonces y hasta ahora
la muerte no ha visto acción,
pues tiene un miedo consciente
a abandonar su panteón.

La policía, mientras tanto,
busca a los criminales
no ha encontrado sospechosos,
pues todos son sus carnales.

La universidad

A pesar de resistir
con infinita pasión
ha dejado de existir
esta insigne institución.

Teniendo una edad exacta
de cuatro siglos y medio,
la universidad partió
y nos ha invadido el tedio.

Las bibliotecas desiertas
se están cayendo a pedazos
y a nadie se le ha ocurrido
volver a unir los retazos.

Existen varias versiones
de su desaparición
se habla de asesinato,
suicidio y ejecución.

Las opciones, nos parece,
no son invento ni nada.
seguro que antes de muerta
resultó hasta torturada.

Era previsible entonces
que la muerte se apiadara
y se llevara a sus huertos
a esta pobre deshauciada.

Los estudiantes, hoy tristes,
se pasean por el panteón
tienen claro su destino:
morir sin educación.


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