viernes, mayo 12, 2006

Internet, la nueva frontera

Leo en las páginas de algunos blogeros que el equipo de campaña de Andrés Manuel López Obrador les envío una carta para que generaran artículos y contenidos que beneficiaran al candidato de la desdibujada izquierda mexicana. Leo en esas páginas también que tal propuesta en donde se les invitaba a "colaborar" de manera interesada y, más aún, de manera gratuita.
La indignación tiene que ver, necesariamente, con la afrenta que se deja ver en ese intento por convertir a foros y medios independientes en una herramienta propagandística más, sin posibilidad de crítica y, peor aún, sin gastar un solo centavo en tal alarde. Se hablaba en esa carta de la necesidad de “defender” desde esos espacios al candidato de un partido que no ha sabido sacar provecho de las nuevas tecnologías. El candor con el que Federico Arreola presupone que todos los blogeros a los que mandó su carta están listos como un ejército para salir a la defensa de un hombre que, en algunos sitios, ni siquiera es menciondado, deja mucho que desear. La campaña del PRD en el internet es un desastre, muchos de los destinatarios de la dichosa cartita ni siquiera tienen afinidad con Andrés Manuel y utilizarán tal estrategia solamente para desprestigiarlo más.
Hay que ver lo que está haciendo el PAN (sin dar la cara). Está utilizando una de las herramientas básicas de la red (el correo electrónico), para transmitir mensajes que ponen a temblar a la clase alta y a la clase media pudiente, acerca de la “amenaza” que representa el populista y hugochavecista López Obrador. O sea, no es una campaña que esté dirigida a mostrar la opción que representa Felipe Calderón (ése peloncito de lentes), sino a denostar al adversario. Y les ha dado resultado. Se están multiplicando los mensajes “de lotes de correo” o “masivos” que llegan con leyendas como “López Obrador, una amenaza”, “Las semejanzas entre AMLO y Echeverría”, o “Re: Miedo a México. Denise Dresser”. Yo, la neta, ya estoy hasta la madre de todos estos mensajes. Ni siquiera me tomo la molestia de abrirlos. Mucho menos cuando los remitentes son abranlosojosmexicanos3@yahoo.com, o necesitamossalvaramexico@yahoo.com.mx. Creo que es una campaña cobarde y que no respeta para nada al destinatario de tal mensaje. Funcionan con la lógica de perritos de Pavlov al que se le ordena atacar y ataca. Una táctica basada en el terrorismo informático, en el rumor. Una estrategia por todos lados criticable. Pero que está funcionando.
¿De verdad aluden todos estos mensajes a la conciencia del pueblo mexicano? ¿o establece más bien su confianza precisamente en lo contrario: en la poca habilidad que tiene el ciudadano común para verificar informaciones y reflexionar sobre lo que se le está ofreciendo? Pero los mensajes están funcionando. Va más de una vez que escucho a convencidísimos calderonistas defender a su gallo con argumentos salidos de esos correos basura. Es decir, una repetición ad nauseam de argumentos que no llegan a serlo, porque están fuera de perspectiva histórica o porque utilizan cifras y datos impresionistas sin sustento en la realidad.
Y lo anterior no es una perorata proamloísta, todo lo contrario. Es un llamado a pensar en los espacios de auténtica libertad que nos quedan dentro de esta realidad cada vez más institucionalizada y en donde incluso la opinión está pretendiendo ser homogeneizada. Los dos casos me parecen patéticos: el primero por pretender que un escritor/periodista/ocioso independiente prefiere hablar de la “guerra sucia” en los medios en contra de un candidato, a tratar temas como el último disco de los Kaiser Chiefs, o las nalgas de Jennifer López, o la situación desastrosa de una comunidad indígena, o de lo fregón que es Neil Gaiman, o de las fotos pseudoeróticas de nuestras comprometidísimas diputadas mexicanas; y el segundo por aludir más a la estupidez y a la capacidad de repetición irreflexiva, antes que a un verdadero análisis de las propuestas políticas.
El internet (o la internet, en tanto nadie se pone de acuerdo si es un medio (machín, en ese caso) o una red de computadoras (inmaculada hembra)) se ha visto invadido por estas manifestaciones pedestres e interesadas. Y nos ha obligado a actuar en consecuencia. No como ninguno de los dos pretendía. Sino como un susurro que anuncia la inminencia de una nueva realidad: internet es el nuevo objetivo de estos grupos de interés. ¿Cuánto tiempo podré conservar mi paginita en el ciberespacio antes de necesitar un patrocinador que la mantenga (como ya ocurre en geocities de manera velada)? ¿Será en el futuro uno de estos partidos/grupúsculos quien tenga que sostener lo que diga y posea todo el derecho a censurarme? Computadora Celestial, ¿cuánto tiempo de libertad nos queda?

1 comentario:

Ruy Feben dijo...

Justo hace algunas semanas me quejaba de lo mismito. En muy buena parte, el odio recalcitrante que ya siento por Calderón (porque no lo soporto, y no es tanto porque se refieran a él como chaparrito-pelón-de-lentes, descripción que, por otra parte, se parece mucho a la que cualquiera pudiera hacer de un servidor)se debe a que su campaña me ha bombardeado hasta la náusea y me revienta que esté basada en el miedo. En fin. Dejo acá el link a ese post: http://claxon.blogspot.com/2006/03/propagandas-interneteras-o-la-suerte.html