viernes, septiembre 24, 2004

¿Por qué?

¿Por qué no me mato? Si supiese exactamente lo que me lo impide, no tendría ya más preguntas que hacerme puesto que habría respondido a todas.

Para no atormentarse más hay que dejarse arrastrar a un profundo desinterés, dejar de estar intrigado por este mundo o por el otro, caer en el nada-me-importa de los muertos. ¿Cómo mirar a un vivo sin imaginarlo cadáver, cómo contemplar a un cadáver sin ponerse en su lugar? Ser supera al entendimiento, ser da miedo.

De El aciago demiurgo de Émile Michel Cioran.

1 comentario:

ira dijo...

Cioran, alguna vez debíamos leerlo juntos porque yo le veo un gran sentido del humor a lo que este inciendirario pretende decir. (Como yo con las billeteras de Cinépolis)