viernes, marzo 16, 2012

Día veintidós: un libro de poemas


Drama en gente de Fernando Pessoa
Pocas vidas más intensas, ricas, frustrantes, regocijantes, injustas, célebres, múltiples, inspiradoras, depresivas como la de Fernando Pessoa. El poeta portugués, en esa lista de adjetivos en la que alguno reconocerá incluso contradicción, era todas esas cosas y no sólo esas cosas. Necesitado de entes en los cuales volcar toda la gama de sensaciones y visiones del mundo que lo habitaban, además de su visión múltiple y compleja de la poesía (introductor del futurismo en Portugal, caja de resonancia del modernismo, p. e.), se inventó varios sí mismos (Alberto Caeiro, Ricardo Reis, Álvaro de Campos) que no eran otros sino parte de un todo que era él, Pessoa.
         Hay en esta edición bilingüe una selección de aquellos poemas que daban identidad a cada uno de los estilos de esos heterónimos que el autor construyó a su imagen y desemejanza. Poemas que exploran temas diversos, todos de interés del autor, en registros siempre acordes a las características que le daban sentido a esa división casi esquizofrénica de identidades. En Pessoa hay lugar para el júbilo, para la melancolía, para la tristeza. Pero sobre todo para la esperanza. Esa que surge de reconocer que una situación, en apariencia desastrosa, siempre tiene una manera de volverse luminosa. Para prueba, un fragmento de “Tabaquería”, uno de sus trabajos más célebres:
He hecho de mí lo que no sabía,
y lo que podía hacer de mí no lo he hecho.
El disfraz que me puse estaba equivocado.
Me conocieron enseguida como quien no era y no lo desmentí, y me perdí.
Cuando quise quitarme el antifaz,
lo tenía pegado a la cara.
Cuando me lo quité y me miré en el espejo,
ya había envejecido.
Estaba borracho, no sabía llevar el dominó que no me había quitado.
Tiré el antifaz y me dormí en el vestuario
como un perro tolerado por la gerencia
por ser inofensivo
y voy a escribir esta historia para demostrar que soy sublime.
 Fernando Pessoa, Drama en gente, México, Fondo de Cultura Económica, 2000.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ojalá mencionaras en tu citas de libros a Rómulo Gallegos, un autor latinoamericano, hoy olvidado, pero que dejó grandes obras y que sólo se lee en Venezuela.

Saludos.

El Corsario Negro dijo...

La poesía no es realmente lo mío, pero el poema es muy bueno.