viernes, febrero 26, 2010

Conspiración en Palacio

Los conspiradores

[Texto leído en la presentación del proyecto editorial de
Nostromo. Revista Crítica Latinoamericana
]

Muchos proyectos comienzan con una conspiración. En efervescencia bicentenaria escucharemos asociada esta palabra con la acción heroica de los corregidores queretanos. En su casa se llevó a cabo la conspiración que iniciaría el movimiento de independencia en la Nueva España. Al menos, eso dice la historia oficial. Versión que se modifica cada vez que vuelvo a leer la descripción del hecho. Recuerdo que, en algún lugar leí que, cuando la conspiración había sido descubierta, el Corregidor Domínguez, en un esfuerzo por salvarse, encerró a su mujer que quería avisar inmediatamente a los insurgentes (que todavía no lo eran) para que fueran dirigidos por el cura Miguel Hidalgo (un sacerdote liberal e ilustrado al que le valía un cacahuate el voto de pobreza, el de obediencia y el de castidad; por lo que de sacerdote tenía sólo la sotana). Pues, en fin, resulta que la Corregidora va y dando golpes en la puerta del cuarto donde había sido confinada, consigue que un criado patriota como el que más la escuche, reciba un recadito que la doña había escrito para Hidalgo y corra a entregárselo para que ipso facto (léase, "en chinga") el otro toque la campana de una parroquia (campana que se parece a una que se toca el 15 de septiembre en Palacio Nacional, pero que en realidad es otra) e inicie el movimiento de liberación de México. Claro que México en ese entonces no era México. Se llamaba la Nueva España e incluía lo que actualmente es México, los estados más ricos de los Estados Unidos, lo que por hueva o ignorancia de composición se denomina Centroamérica, las Filipinas y algunos territorios de la Polinesia.
          A lo que voy con este rodeo anecdótico es que, en mi paso por todos los niveles de la educación pública de este país, la historia cambiaba dependiendo del profesor y de la capacidad imaginativa del que narraba este hecho. No faltó el profe que asegurara que el Corregidor Domínguez en realidad nunca quiso ser parte de la conspiración y que lo hacía porque la que llevaba la voz de mando en casa era doña Josefa. Otros afirmaban que la Corregidora era amante del padre de la Patria y por eso la reacción de cobardía del Corregidor. En fin, total que todas las relaciones concluían en que Hidalgo tomaba un estandarte de la Virgen de Guadalupe, se le unían dos o tres militares criollos del Ejército Realista y, seguidos espontáneamente por una masa de indios y mestizos armados con palos, hondas y herramientas de labranza se hacían al camino, triunfaban como el ejército de Espartaco y que, a las puertas de la Ciudad de México, el comandante en jefe se rajaba. No toma la capital casi desguarnecida y decide retirarse al Bajío, sólo para que los realistas lo alcancen, le corten la cabeza y la exhiban en una de las esquinas de la Alhóndiga de Granaditas en la ciudad de Guanajuato (edificio al que, por cierto, yo me imaginaba como un castillo similar a escenografía de película sobre el Cid Campeador, pero que cuando lo vi generó en mí una total desilusión; el hecho es épicamente válido, pero el escenario real desilusiona).
           Hoy estoy convencido que lo que inspiró este acontecimiento tuvo serias repercusiones en la vida futura del país. Permitió que Vicente Fox se inspirara y quisiera repetir la hazaña de Hidalgo con el estandarte, nomás que no contó con que el Estado mexicano, al menos retóricamente, se declare como laico y decida prohibirle su cruzada guadalupana en las elecciones del año 2000. También generó que su figura se convirtiera en un símbolo de tolerancia y mediación simbólica en el santoral laico: Juárez no era muy del agrado de los panistas por aquello de la desamortización de los bienes eclesiásticos; Madero es el Apóstol de la democracia, pero resulta de una grisura que no resalta en la estética oficialista, por lo que fue descartado prontamente; así, quedó Hidalgo con su aura de viejito buena onda y cuya presencia en el inconsciente colectivo de la gente era más que reafirmado, porque todos los parques públicos municipales tienen una efigie del Padre de la Patria.
           Por una cuestión fonética, Hidalgo también nos dejó el título que recibe el sexto año de gobierno de los ejecutivos estatales y nacionales. El Año de Hidalgo, cuyo lema es inconfundible: "Año de Hidalgo, chingue a su madre el que deje algo". Y buen eco de eso, es también el hecho de que aparezca en los billetes de más alta denominación que expide el Banco de México (no confundirse con el Banco Nacional de México, que ya ni de la nación es: pertenece al Citigroup), de tal manera que a estos billetes se les denomina, sintomáticamente "milagros"; porque es casi milagroso tener uno de estos por mucho tiempo.
           Esto de las versiones y de las consecuencias de las versiones viene a cuento, porque cada vez que intento explicar cómo es que surgió esto que hemos denominado Nostromo (que primero fue la idea de una revista, que después requirió apoyarse en un colectivo que la alimentaran dinámicamente, que legalmente tuvo que constituirse como una Asociación Civil y que hoy se presenta como una editorial sin dejar de ser todo lo anterior), decía, cada vez que intento elaborar la relación de este proceso, termino contando otras cosas de las que ya no tengo la convicción de que sean ciertas o hayan existido.
           De tal forma que intentaré ser breve. En el año de 2006 surgió la idea en un grupo de estudiantes y profesores del Posgrado en Estudios Latinoamericanos de nuestra Máxima Casa de Estudios (fíjense es un título descriptivamente justo que, sin embargo, cada vez suena más a lugar común), se añadieron interesados en las temáticas latinoamericanas y personas entusiastas, para pensar la tarea romántica de publicar ideas. Porque eso es lo que hacemos. Publicamos ideas: algunas buenas, otras polémicas, unas más insolentes, muchas bien pensadas y otras en plan de chacota total.
           Pensamos iniciar pisando fuerte. Se nos ocurrió que teníamos que matar a alguien. Con eso el campo al que nos dirigíamos y desde el que escribíamos despertaría de su letargo y tomaría noticia de nuestra existencia. Y nuestro primer número se refirió al parricidio. Había artículos que planteaban la necesidad de replantearse la tutela intelectual de los pensadores canónicos, había textos que se burlaban de las rupturas y que planteaban la propia, había otros que soltaban cachetadas sonoras y salían huyendo.
          El asesinato del padre. No puede haber nada más escandaloso. Nadie nos hizo notar que en este país, entre más avanza el tiempo, el asesinato es algo que deja de ser noticia para convertirse en escenario natural. A pesar de que algunos textos cortaron cabezas y las colgaron en la Alhóndiga simbólica del juicio de la historia académica, no pudimos alcanzar la meta que nos habíamos propuesto: igualar el volumen de ventas del TV y Novelas. Desafortunadamente, no contamos con las condiciones económicas para pagar una campaña publicitaria en horario televisivo triple A, y a las presentaciones de la revista tuvimos que ir, pues… nosotros. Con lo cual la cobertura de los medios, incluso los habituales del mundo académico, fue insuficiente y en muchos casos inexistente.
           Pero conseguimos algo que no cualquier publicación periódica consigue, una cuestión que nos podría ubicar en la historia de este país: sacamos un segundo número. Más mesurados, conociendo la naturaleza de nuestro público potencial, los esfuerzos se dirigieron a intentar la configuración de nuestro objeto primero de reflexión: América Latina. Qué era, qué representaba, cómo se veía desde el exterior, qué taras conceptuales prevalecían y cuáles se replanteaban de manera vigorosa.
La convicción que me quedó, fue que el abordaje del objeto en tratamientos posteriores tendría que ser más abierto y sorprendente, porque América Latina es muchas cosas que, al mismo tiempo, implican dificultades de delimitación y planteamientos que puedan ser generales o mínimos aceptables como características móviles. América Latina es tanto la ambición del cronotopo cero del Crack, como el rumoroso "Vete al carajo" de Hugo Chávez; la tragedia de vida de Rodolfo Walsh, como la invasión macondiana de la lírica salsera; la disparidad de opiniones alrededor de procesos como el de la Revolución Cubana, como la postura crítica que alude a la Concertación chilena.
           Pero sobrevive, al final, el orgullo de hacer posible esto que hoy se convierte en otra cosa, pero que sigue siendo todo lo anterior que constituye su historia. Nace Nostromo Ediciones y la posibilidad de conocer trabajos que, probablemente y de otra manera, quedarían arrumbados en la lógica del archivo burocrático o en la imposibilidad de difusión de contenidos más que pertinentes. Decimos que son los primeros libros, aunque yo tengo la idea que el primer libro fue, en realidad, el primer número de nuestra revista. Nuestra revista es ya una antología cuidada y de contenidos que se elevan por sobre el promedio de la improvisación o la aventura.
           Pero estos nuevos productos impresos, estos bebecitos huérfanos de distribuciones onerosas y de nombrezotes-que-llenan-los-auditorios-nomás-con-su-sombra, llevan, en cambio, una gran dosis de generosidad, de sinceridad, de perseverancia. Ojalá, como hijos de padres parricidas, no se conviertan en elementos que pretendan reproducir el ciclo. Y bueno, que la historia de Nostromo sigue, y la dificultad para seguir registrándola tendrá que enfrentarse a la vocación imaginativa de creer que todo esto ha sucedido de verdad. Y contar que estuvimos en un auditorio en el Palacio de Minería en una Feria Internacional del Libro, y que los conspiradores, después de llevar a cabo su tarea, tomaron rumbo hacia el futuro. Allá lejos, donde la imaginación y el atrevimiento se vuelven el mejor equipaje.

3 comentarios:

pvot?.. dijo...

independientemente del texto
lo que me llamó más la atención fueeeeeeee :
no maaaaaaaaaaanchessssss
te ves reeeeeeeeeeeeeee
flacoooooooooooo
oye qué guapo eh
:)

Victor Jurado Acevedo dijo...

Gracias por limpiar un poco la legal historia de México, de las telarañas del la oficialidad. Un placer que la revista este en su tercer número ya es un éxito en este país como dices.

Le pido a usted y a su gremio Nostromos una disculpa ya sabe que soy su grupy , no estar en tan pomposo evento…

Espero estar en el grupo de revista de cortesía,

Si más un saludos desde esta ralla en el mapa…

Nota no te ves mas Guapo estas sexy Solamente

karla yareli estrada dijo...

felicidades, realmente valoro tus lineas y tu tiempo. yo soy una chica adolecente a ala cual le interesa aprender muchas y cada vez mas cosas y espero algun dia poder aportarle a la humanidad cosas que puedan cambiar un poco esta realidad realmente me da mucho gusto poder aprender cosas nuevas y al ver tu pagina creeme que si las aprendi gracias en verdad.