miércoles, febrero 03, 2010

Hipótesis sospechosistas


A partir de lo que ocurrió el pasado sábado en Cd. Juárez, donde 16 jóvenes fueron asesinados sin que, hasta el momento se sepan los motivos, fuentes extraoficiales de la eficientísima PGR han filtrado a la prensa algunas de las más claras hipótesis en las que se encuentra trabajando.

1. Los 16 jóvenes se suicidaron simultáneamente y sin ponerse de acuerdo, como pasó con Digna Ochoa.
2. Fue un "conflicto intrafamiliar", como el de Acteal, Chiapas.
3. Los 16 jóvenes se dieron cuenta que había un periodista grabando cómo el cumpleañero apagaba las velitas de su pastel e iniciaron el tiroteo, como le pasó a Brad Will en Oaxaca.
4. Fue un asesino solitario, como el de Luis Donaldo Colosio.
5. Los 16 jóvenes querían secuestrar al comando de sicarios armados hasta los dientes y éstos se defendieron, como pasó con Ernestina Asención Rosario.
6. Un programa ultrasecreto del narco creo varios clones del “JJ” que se escaparon y andaban por esa colonia el sábado, como en el caso del futbolista Cabañas.

Mientras, el [p]residente (no tengo argumentos para ponerle la mayúscula que ortográficamente llevaría), quien cuando Salvador Cabañas fue atacado en el Bar Bar salió inmediatamente a reclamar atención mediática, en el caso de estas 16 familias no ha dicho nada. Pero no es de sorprenderse. Lo que sí se sorprende es los grados de desesperación y las ideas que están germinando en la gente común y corriente. Ideas a todas luces justificadas: "si las autoridades no hacen nada, vamos a armar a nuestros hijos para que ellos puedan defenderse"; "es el propio gobierno el que está viniendo a matar a nuestros hijos para evitar que se superen"; "vamos a ir al puente de Santa Fe a pedir la ayuda de las autoridades extranjeras". Desgarradora, por ejemplo, esta entrevista con Patricia Dávila, familiar de dos de los chicos muertos en la masacre.

1 comentario:

Erika Said dijo...

Yo viví en Juárez (ya la mayoría estamos huyendo, a El Paso, Tx, o a donde sea). Muchos de mis conocidos de mi edad (en los veinte) que fueron conmigo a la escuela, están muertos. Aquí cada habitante tiene por lo menos un conocido asesinado, secuestrado o extorsionado, ya sea porque anden metidos en "la maña", porque tengan negocios (los narcos piden cuota a cualquier negocio, hasta a la tiendita de la esquina) o porque simplemente se hallaban en el lugar equivocado en un momento equivocado.

El suceso de los jóvenes asesinados fue uno de estos últimos, la razón nadie la sabe. Pero en Juárez hay que andarse con cuidado: si no son los narcos que igual te matan porque los viste feo en el antro, son los soldados a quienes últimamente les ha dado por saquear casas burguesas con la excusa de que guardan armas o drogas. Ya en el mejor de los casos puede que un asaltante cualquiera te "tumbe" la cartera y los tenis, o que una pandilla te golpeé por el puro gusto.

Juárez ya no es una ciudad habitable. Es verdaderamente el infierno en la tierra.