miércoles, mayo 27, 2009

Tiene un nombre: tragedia


No recuerdo cuándo fue la última vez que me metí a ver una película sin haber meditado seriamente la pertinencia del hecho de tener que desembolsar el precio del boleto. Ayer fue un día de ésos. Y la sorpresa fue muy grata. No se me malentienda. Grata en términos de haber movilizado referencias dentro de mi conciencia que no tenía contemplado movilizar.
          La película se llama Sin nombre (EU, Cary Joji Fukunaga, 2009) y es una profunda reflexión y puesta en escena de la literal pasión que los migrantes centroamericanos tienen que pasar en su viaje a través de territorio mexicano en aras de alcanzar el sueño americano. Con una cinematografía bien lograda, una dirección que a veces cojea por la exageración de los actores, una historia bien escrita que, sin embargo, genera una mitología sobre la vida interna de la Mara Salvatrucha que en momentos huele a apología, y a ratos a construcción injustificada de estereotipos sospechados, la película se deja ver entre aire contenido y guiños agridulces.
          Más allá de la historia central (una joven hondureña que abandona a su familia en tránsito para asociarse con un "marero" en proceso de redención), llama la atención el realismo descarnado con el cual el cineasta americano-japonés consigue retratar el paso de los hombres, mujeres y niños que, trepados en el techo de un tren, intentan llegar hasta los Estados Unidos. No es una película de divertimento, en definitiva; es una peli para mover dos que tres neuronas.
          Mientras nuestros cineastas se regodean en el sueño húmedo y superficial de una clase media ya casi inexistente, en las bufonadas existencialistas de púberes irresponsables y en la explotación cínica de los productos de la cultura popular, un japonés viene a poner algunos acentos y puntos alrededor de uno de los temas más urgentes de la agenda de discusión en Latinoamérica.
          Necesario verla.

1 comentario:

Miriam Eme Eme dijo...

Bueno, habrá que esperar la versión de la red o que llegue en dvd a argentina...la vendiste superbien!
Y que genial el poema de Zerón!
Tremendo!
Lo que es poner palabras...qué capacidad!
Slds!
Miriam