lunes, mayo 11, 2009

Presentimiento

Llego tarde
a destiempo
como el trueno
que persigue al rayo
y se miente a sí mismo
que ocurre
simultáneo.

Llego lento
cansado
casi muerto
y tú me miras
sin decir nada
sin oponerte
sin animarme.

Y entonces me miento
y me digo
en el silencio del calor:
¡qué bueno!
¡qué lindo!
¡que cierto!

Después abro los ojos.
Despierto.
El reloj sigue marchando.

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