martes, agosto 28, 2007

Consejos para escribir



Todos culpa de Anton Chéjov.


"Cuando escribo no tengo la impresión de que mis historias sean tristes. En cualquier caso, cuando trabajo estoy siempre de buen humor. Cuanto más alegre es mi vida, más sombríos son los relatos que escribo."

"No pulir, no limar demasiado. Hay que ser desmañado y audaz. La brevedad es hermana del talento."

"Lo he visto todo. No obstante, ahora no se trata de lo que he visto sino de cómo lo he visto. Es extraño: ahora tengo la manía de la brevedad: nada de lo que leo, mío o ajeno, me parece lo bastante breve."

"Cuando escribo, confío plenamente en que el lector añadirá por su cuenta los elementos subjetivos que faltan al cuento."

"Es más fácil escribir de Sócrates que de una señorita o de una cocinera."

"Te aconsejo: 1) ninguna monserga de carácter político, social, económico; 2) objetividad absoluta; 3) veracidad en la pintura de los personajes y de las cosas; 4) máxima concisión; 5) audacia y originalidad: rechaza todo lo convencional; 6) espontaneidad."

"Nunca se debe mentir. El arte tiene esta grandeza particular: no tolera la mentira. Se puede mentir en el amor, en la política, en la medicina, se puede engañar a la gente e incluso a Dios, pero en el arte no se puede mentir."

"Nada es más fácil que describir autoridades antipáticas. Al lector le gusta, pero sólo al más insoportable, al más mediocre de los lectores. Dios te guarde de los lugares comunes. Lo mejor de todo es no describir el estado de ánimo de los personajes. Hay que tratar de que se desprenda de sus propias acciones. No publiques hasta estar seguro de que tus personajes están vivos y de que no pecas contra la realidad."

"Escribir para los críticos tiene tanto sentido como darle a oler flores a una persona resfriada. No seamos charlatanes y digamos con franqueza que en este mundo no se entiende nada. Sólo los charlatanes y los imbéciles creen comprenderlo todo."

1 comentario:

Alfredo dijo...

De este autor lo que más conozco es su teatro, y no es precisamente alegre, sino que tiene un algo de esa melancolía que se le atribuye al pueblo ruso. Un auténtico renovador del teatro occidental.

Totalmente de acuerdo en la frase de que el arte no tolera la mentira. El arte que miente se cae por su propio peso.

Un saludo!