miércoles, abril 11, 2007

Sólo con el corazón


No puedo dejar de sentir cada vez que leo El principito. Desde los lejanos ayeres en que una de mis tías más queridas me obsequió este librito en aquella colección de la Biblioteca Auriga, no ha pasado un solo año en el que no regrese al relato magistral de Saint Exupéry. Nunca he concebido el libro como un texto para niños. De hecho, creo que ahora que estoy aprendiendo a ser adulto es que encuentro toda la complejidad que el aparentemente anodino "cuentito con dibujos" encierra.
          El texto aborda temas con los que un niño se puede divertir, o que le puede ayudar a dormir. A un adulto en cambio no lo dejará reposar. Cuestiones como las respuestas circulares del borracho, la excesiva responsabilidad del farolero, la relación enfermiza del hombre de negocios con el trabajo, la teoría del zorro sobre la amistad, el amor caprichoso entre la rosa y el príncipe, la siniestra figura de la muerte en forma de una serpiente deslizándose sobre la arena del desierto, la conciencia de la ausencia de alguien que ha perdido algo de lo cual no le queda más recuerdo que el de una estrella.
          He escuchado a las estrellas reír más de una vez; me he regocijado tomando un vaso de agua fresca; me la he pensado más de una vez al advertir que a pesar de que una rosa es una rosa, alguna de ellas será excepcional; he creado vínculos con más de un zorro (y también con dos o tres coyotes); he aprendido a valorar las pérdidas por las experiencias que se obtienen de éstas, más que por el dolor; alguna vez me han dicho: "me iré, creerás que habré muerto, pero no será cierto". Creo que este libro es uno de los que me acompañarán en las horas en que trate de recordar qué es lo que vale la pena en la vida. Amo al pequeño escuincle de cabellos de trigo. Soy un tipo convencido de que lo esencial es invisible para los ojos, sólo se puede ver con el corazón.

4 comentarios:

Neónidas: dijo...

tiene razón camarada, el princiítop es algo delicioso... que bueno que ya puedo dejar mensajes en su blog, antes no podíamos quien sabe porque...disfrutamos mucho su blog

Neónidas: dijo...

Por cierto Camarada, tenemos una entrada sobre CONTACTO SANGRIENTO, es que vi que era una de sus pelis.. jajajaj yo nunca la vi. Pero Marcelino Pan y Vino, que cosa tan siniestra, tuve pesadillas con ese cristo del ático, definitivamente estoy marcado por esa película. Como a los 13 años vi la vida es bella, en esa película besé por primera vez a una mujer..(COMPARTIENDO INTIMIDADES)

humantree dijo...

Por acá otro convencido y enamorado de las enseñanzas principescas... saludos!

Anónimo dijo...

Un día leí esta frase "lo esencial es invisible para los ojos, sólo se puede ver con el corazón",y la leí una y mil veces, la memoricé, la escribí y....senti la magia del polvo.