Leí con renovada atención uno de los mejores trabajos de Rodolfo Walsh, "Un oscuro día de justicia", un cuento que la editorial Siglo XXI editó hace ya algún tiempo en su Colección Mínima, y que viene acompañada por una entrevista realizada por Ricardo Piglia en un lejano 1967.
"Un oscuro día de justicia" es una metáfora perfecta de los pueblos que esperan el arribo del Mesías que los redima. La historia plantea la existencia de un internado de irlandeses en el que un celador obliga a los estudiantes a pelear entre sí. Todo esto ocurre a escondidas y en secreto. Los religiosos que dirigen el colegio nunca se enteran de los "Estudios" que el celador realiza al poner en combate a chicos grandes y hábiles en el arte de romper narices, con pequeños que no tienen ni idea de cómo meter las manos o defenderse.
Uno de esos pequeños, ante la imposibilidad de vencer a uno de los chicos grandes, invoca la presencia de uno de sus tíos (Malcolm) que vendrá de muy lejos a darle en la madre al celador. El día (el día de la justicia) Malcolm llega tarde y todo parece estar a punto de salir como los chicos quieren (con el celador completamente vencido), pero en el último momento y por distraerse al vanagloriarse de un triunfo que todavía no conseguía, el tío es puesto por el suelo. Y ahí la desilusión de los chicos.
Algunas de las frases finales dibujan esa desilusión:
"Un oscuro día de justicia" es una metáfora perfecta de los pueblos que esperan el arribo del Mesías que los redima. La historia plantea la existencia de un internado de irlandeses en el que un celador obliga a los estudiantes a pelear entre sí. Todo esto ocurre a escondidas y en secreto. Los religiosos que dirigen el colegio nunca se enteran de los "Estudios" que el celador realiza al poner en combate a chicos grandes y hábiles en el arte de romper narices, con pequeños que no tienen ni idea de cómo meter las manos o defenderse.
Uno de esos pequeños, ante la imposibilidad de vencer a uno de los chicos grandes, invoca la presencia de uno de sus tíos (Malcolm) que vendrá de muy lejos a darle en la madre al celador. El día (el día de la justicia) Malcolm llega tarde y todo parece estar a punto de salir como los chicos quieren (con el celador completamente vencido), pero en el último momento y por distraerse al vanagloriarse de un triunfo que todavía no conseguía, el tío es puesto por el suelo. Y ahí la desilusión de los chicos.
Algunas de las frases finales dibujan esa desilusión:
el pueblo aprendió que estaba solo, y cuando los puñetazos que sonaban en la tarde abrieron una llaga incurable en la memoria, el pueblo aprendió que estaba solo y que debía pelear por sí mismo y que de su propia entraña sacaría los medios, el silencio, la astucia y la fuerza, mientras un último golpe lanzaba al querido tío Malcolm del otro lado de la cerca donde permaneció insensible y un héroe en la mitad del camino.En este cuento, esencialmente político como la mayor parte de la obra de Walsh, se dibuja la ciega confianza de los pueblos en los caudillos o en los héroes providenciales (o en los "rayitos de esperanza"). Walsh deja patente su idea de que la libertad dentro de un sistema represivo tiene que venir precisamente de aquellos que son reprimidos, no de un héroe externo, o de un hombre fuerte. "Un oscuro día de justica" muestra, en poco espacio y mucha profundidad, el destino de aquellos que deciden luchar más con la fe que con los propios medios.
Si quieres leer el cuento da clic aquí.
3 comentarios:
hola bombon, te dejo la dirección del blog.
saludos
http://worldtristania.blogspot.com/
Desde Colombia, interesante el análisis. M gustaría conocer más sobre sus artículos sobre muchas cosas literarias. Aqui debe aparecer mi e-m,pero lo anotaré: sotodelapava@gmail.com
Bernardo Soto R.
Quien me ayuda con una tarea
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