(Imagen de Víctor Jurado)
En la ciudad de Jurega hay una rueda de la fortuna que sirve para que la gente desaparezca. No es ningún acto de magia, ni nada parecido. Las filas son enormes. Hombres apesadumbrados acuden en masa a subirse a la rueda. Ésta hace paradas cada diez minutos, cuando un operador que tiene sombrero de copa y un gato trepado en el hombro activa un interruptor. Entonces aparecen los asientos vacíos, balanceándose sin nadie dentro. Los suicidas se han sentido bendecidos. No quieren muertes violentas, ni dolorosas, ni pesares que heredar a su familia. Sólo desaparecer. Llegan, pagan un boleto que vale unas cuantas monedas, esperan en la fila, suben y desaparecen. La rueda pasa días funcionando. A su lado se han establecido puestos de algodón de azúcar rosa, tiros al blanco, vendedores con globos. El presidente municipal de Jurega devela una placa que dice “Ciudad de la rueda de la desfortuna”. Acuden muchos curiosos, los hoteles se llenan, la economía prospera. Físicos llegan para buscar hoyos negros, portales interdimensionales. No hallan nada. Se enojan. Piden más presupuesto a sus gobiernos. Vuelven a fallar. Son el hazmerreír.
Lejos de ahí, en el pueblo de Orado, los habitantes anuncian sorprendidos que el zócalo de la ciudad se ha visto invadido por una serie de carruseles de caballitos que aparecen de la nada. Los carruseles dan vueltas a gran velocidad. Sobre los caballitos de cartón piedra se puede ver a muchas personas. La cara de terror es indescriptible. Algunos se quieren bajar de su carrusel, pero la velocidad de éste se los impide. Los habitantes del pequeño pueblo esperan, con paciencia, el momento en que el zócalo no tenga más espacio para los carruseles que siguen apareciendo. Nadie sabe qué pasará.
1 comentario:
Pobres, los de la rueda de la infortuna pensaron que tendrían una muerte plácida y nel, mejor se hubieran cortado las venas de haber sabido que acabarían mareados y hastiados...además en otra tierra que no es la suya.
de cualquier modo insisto en que me gustaría subir a más de uno ahí...
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