miércoles, noviembre 05, 2008

Calaveras recicladas

Un poco tarde. Escritas hace tiempo. Sin embargo, creo, no han perdido actualidad.

El trabajo

Hoy mismo se ha decretado
en toditos los lugares
que el trabajo en el país
ha partido hacia otros mares.

Se rumora que está muerto
pero no hay confirmación,
la muerte en rueda de prensa
nos ha dado su versión.

Dice que ha visto en sus tierras
un montón de desempleados
leyendo la nota roja
y avisos clasificados.

Nadie ha encontrado trabajo
y tan sólo de ambulante
se salva el trabajador
del infierno calcinante.

Por la mañana ha salido
en los diarios la noticia:
han hallado al asesino
que es ejemplo de codicia.

La muerte juzga en el acto
y los condena al averno,
allá van en fila india
funcionarios del gobierno.

Los desempleados festejan,
la muerte les hizo el paro,
pues saben que en el panteón
no vale ningún amparo.

La inseguridad

Voy a contar una historia,
biografía no autorizada,
lo que le pasó a la muerte
al salir de su morada.

Caminando por la calle
la atracaron en un puente,
le quitaron la guadaña
y le tumbaron dos dientes.

Abordó un taxi pirata
sin tomar sus precauciones
y el rata que manejaba
le quitó hasta los calzones.

La aventaron en un bordo
sin ropa y medio violada,
cuando dos tipos dijeron
se diera por secuestrada.

Le quitaron la cartera,
como aves de mal agüero,
ordeñaron sus tarjetas
hasta dejarlas en cero.

Desde entonces y hasta ahora
la muerte no ha visto acción,
pues tiene un miedo consciente
a abandonar su panteón.

La policía, mientras tanto,
busca a los criminales
no ha encontrado sospechosos,
pues todos son sus carnales.


Vicente Fox

Dicen que nació en un rancho
rodeado por los magueyes,
y que murió en un discurso
en medio de puros bueyes.

Fue un presidente muy culto
y le gustaban las letras,
de José Luis Borgues sabía
todas las Obras completas.

Prometió mucho en campaña
transformar nuestro país,
con sus botas de charol
ha vuelto loca a París.

Anda a pleitos con la prensa
por todos lados le llueve,
oírlo hablar por la radio
la pena ajena nos mueve.

Se murió de puro susto,
pues entre fieros aullidos,
la muerte andaba cargando
con chiquillas y chiquillos.

Se casó con la pelona
para salir del panteón,
ahora, como su señora,
figura Martha Sahagún.

Osama Bin Laden

Encontraron hoy el cuerpo
sin saber de quién sería,
cuando entre sus ropas vieron
que era agente de la CIA.

Al principio nadie quiso
pronunciar su raro nombre
era Osama Bin Laden
y que nadie se me asombre.

Era un hombre millonario
petrolero pa’ más señas,
que trajo a los gringos siempre
entre ojos y de las greñas.

Lo acusaron ante el mundo
de ser un gran terrorista,
cuando ya iban a apresarlo
que se les pierde de vista.

Vagó por el gran desierto
donde no hay ni triste lago
para pasar las fronteras
se disfrazó de rey mago.

La muerte, que nunca es tonta,
que descubre a este barbón,
cuando cambió el pasaporte
por uno de Santa Claus.

George Bush

Aquí señores ha muerto
el hombre más poderoso,
se creyó el dueño del mundo
y no fue más que un baboso.

A bombazos dialogaba
con el islam disidente,
y con orgullo aclamaba
su cargo de presidente.

Nunca se aclaró la forma
en que ganó la elección,
pues muchos votos en contra
tuvo en toda su nación.

Es de espíritu guerrero
igual que su papacito,
en esto el dicho es certero:
“hijo de tigre, pintito”.

Gobernando por doquier
y en postura de derecha,
le tiraron las dos torres
y sólo dijo “¡a su mecha!”

Como su mente es preclara
y no acepta terroristas
mandó para Afganistán
los comandos pacifistas.

La muerte, que no perdona,
se lo ha llevado al panteón,
lo mató con un gran susto:
¡el avión, jefe, el avión!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy divertidas. Saludotes.

Jo dijo...

y no son mejores las de azucar... lo dicho

besos