miércoles, noviembre 15, 2006

El laberinto de las manías


En lo que respecta al cine mexicano tengo varias convicciones (la mayoría de ellas estúpidas, pero producto de ratos largos de reflexión):
          1. Nunca, pero NUNCA NUNCA, entrar a ver ninguna otra película de Carlos Reygadas. La mamada ésa, sobrevaloradísima de Japón, me ha vacunado para siempre de tal director.
          2. Nunca más pretender encontrar cosas nuevas en películas que hablan de la clase media dizque pudiente (siempre he creído que más bien es pretendiente) tales como la de título impronunciable de Issa López, Y tu mamá también, La hija del caníbal, Ladies Night, y tantas otras. Si no tengo opción, prefiero ver Sexo, pudor y lágrimas de Serrano; y dar por sentado que todas las demás serán igual.
          3. Darle, por última vez, el beneficio de la duda a González Iñárritu. Si vuelvo a salir igual de deprimido que después de 21 gramos, no vuelvo a ver una película de él.
          4. La mejor cinta de la serie Harry Potter la hizo Carlos Cuarón.
          5. Tener la ingenuidad de creer que porque Carlos Bolado había hecho una cinta tan entrañable como Bajo California, podía seguir explorando por esos caminos; y tener la desgracia de observar a Diego Luna siendo lo mal actor que es.
          6. Ver absolutamente todas las películas que haga Guillermo del Toro. Es un chingón. El laberinto del fauno no hace sino confirmar varias de las manías y procesos que el director había echado a andar desde Cronos: su gusto por las excrescencias, la participación en papeles destacados de niños que utilizan su imaginación para evadirse del mundo real, su manía por los artefactos mecánicos y pequeñitos, la exploración del dolor físico como medio de reafirmación, la aparición de mujeres fuertes en papeles determinantes para las historias, su morbosidad gustosa por las pieles transparentes casi de morgue citadina. Pero sobre todo, la temenda capacidad para contar una historia y mantener la tensión en todos los momentos de la cinta. Sergi López es un tipo que sobrepasa el estereotipo y se vuelve un personaje tan odiable que de verdad llegas a desear que se lo lleve la chingada al malparido; Maribel Verdú consigue un papel a medida mostrando que tiene mucho para ofrecer aparte de esos labios de ensueño; Ariadna Gil, que me encantó en Los peores años de nuestra vida, se ve consistente con el rol que desarrolla; Álex Angulo es tan polifacético como su paisano Javier Bardem, aunque en el primero es más admirable dada la edad, la calvicie y el riesgo de repetición (¡un actorazo, chingao!). Salí contento del cine, una sensación que a últimas fechas se ha ido reduciendo dramáticamente. No tengo palabras para seguir describiendo una historia tan hermosa como la que nos cuenta del Toro: sólo ¡¡wow!!

3 comentarios:

Claudia Salcedo dijo...

Completamente de acuerdo. Y creo que al final de cuentas el asunto se reduce a "buen cine" y "mal cine" No se en que momento nos entró la jodida idea de que por ser mexicano, pseudointelectual y subsidiado por imcine tenía que ser la chingonería más grande del planeta.

Y siempre está la cantaleta de que no hay recursos y la manga del muerto. Que ¡claro! Del Toro hace todo bien porque tiene la lana del mundo y etc, etc.
Y pues no, lo que hay que hacer es tener buenas ideas y muchas ganas de hacerlas realidad, eso es lo que llevo a Del toro, Cuarón, Iñarritu y cia. a otros lares. Si aquí no se puede, pues vamos a donde se pueda. Y que ¿por eso dejan de ser mexicanos? ¿por eso hay que críticarlos? pues no más bien deberíamos de imitarlos

Unknown dijo...

Todo parece indicar que "Efectos Secundarios" sale a la venta en DVD este Febrero

Unknown dijo...

Por fin salio Efectos Secundarios en DVD

La edicion especial contiene el soundrack

Los Extras estan geniales, me encanto ver como se realizo el casting, y el detras de las camaras

Se los recomiendo