Elecciones (historial)
Sin palabras, sin por qués
Busco una frase famosa que pudiese sintetizar la incertidumbre que hoy se puede sentir con respecto a las elecciones y no encuentro ninguna. El lugar común del "sólo sé que no sé nada" del malogrado griego no llega a convencerme del todo. A continuación un listado del por qué:
* ¿Por qué si el IFE aseguró que su conteo rápido (elaborado por cinco científicos de lo más chipocludos, según esto) tenía un margen de error de +/- .3 no lo dio a conocer el día de ayer a las once de la noche si, según los resultados del PREP, la distancia entre los dos punteros será de casi un punto?
* ¿Por qué se darán resultados hasta el miércoles si los resultados del PREP casi terminan de computarse (al momento 98.29 %)? ¿No que este era uno de los instrumentos más confiables?
* ¿Por qué parece que el IFE es una institución sólida y, al mismo tiempo, que fallaron los mecanismos que había elaborado para dar certidumbre al proceso? ¿En qué debemos creer: en un IFE cauto (e inútil según sus propias expectativas) o en una negociación (que no deciden los electores, ojo) entre los equipos e intereses de los dos candidatos punteros?
* ¿Por qué en todas las personas con las que converso (sean de cualquier partido) esbozan una sonrisa indescifrable y una mueca de que aquí huele a un sospechosismo (Creel, dixit) que nadie había contemplado en sus escenarios?
* ¿Por qué en lugar de que la alegría y el orgullo por haber salido a votar en cantidades industriales inunde el espíritu de la gente común y corriente, hay una sensación de deja vu que no sabemos de dónde proviene y, más aún, a dónde se dirige?
* ¿Por qué estamos convencidos de que el candidato que no sea declarado ganador no se quedará con los brazos cruzados?
* ¿Por qué la tensión es tal que nos ha dejado completamente anodadados y estupendejos?
* ¿Por qué permitiríamos que un grupo de políticos (que no representan a ninguna mayoría y estos días son la prueba fehaciente de ello) negocien por debajo de la mesa un pacto que ninguno de los votantes hemos autorizado?
* ¿Por qué sabemos que ninguno de los candidatos contará con la credibilidad suficiente, y con la legitimadad menos, como para sentirse, como ciudadano en lo particular y como sociedad en lo colectivo, plenamente identificado con su proyecto?
* ¿Por qué nadie sabe qué es lo que sigue?
* Por lo pronto yo, me comienzo a sentir enormemente deprimido de no encontrar respuestas. De no saber ningún por qué.
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* ¿Por qué si el IFE aseguró que su conteo rápido (elaborado por cinco científicos de lo más chipocludos, según esto) tenía un margen de error de +/- .3 no lo dio a conocer el día de ayer a las once de la noche si, según los resultados del PREP, la distancia entre los dos punteros será de casi un punto?
* ¿Por qué se darán resultados hasta el miércoles si los resultados del PREP casi terminan de computarse (al momento 98.29 %)? ¿No que este era uno de los instrumentos más confiables?
* ¿Por qué parece que el IFE es una institución sólida y, al mismo tiempo, que fallaron los mecanismos que había elaborado para dar certidumbre al proceso? ¿En qué debemos creer: en un IFE cauto (e inútil según sus propias expectativas) o en una negociación (que no deciden los electores, ojo) entre los equipos e intereses de los dos candidatos punteros?
* ¿Por qué en todas las personas con las que converso (sean de cualquier partido) esbozan una sonrisa indescifrable y una mueca de que aquí huele a un sospechosismo (Creel, dixit) que nadie había contemplado en sus escenarios?
* ¿Por qué en lugar de que la alegría y el orgullo por haber salido a votar en cantidades industriales inunde el espíritu de la gente común y corriente, hay una sensación de deja vu que no sabemos de dónde proviene y, más aún, a dónde se dirige?
* ¿Por qué estamos convencidos de que el candidato que no sea declarado ganador no se quedará con los brazos cruzados?
* ¿Por qué la tensión es tal que nos ha dejado completamente anodadados y estupendejos?
* ¿Por qué permitiríamos que un grupo de políticos (que no representan a ninguna mayoría y estos días son la prueba fehaciente de ello) negocien por debajo de la mesa un pacto que ninguno de los votantes hemos autorizado?
* ¿Por qué sabemos que ninguno de los candidatos contará con la credibilidad suficiente, y con la legitimadad menos, como para sentirse, como ciudadano en lo particular y como sociedad en lo colectivo, plenamente identificado con su proyecto?
* ¿Por qué nadie sabe qué es lo que sigue?
* Por lo pronto yo, me comienzo a sentir enormemente deprimido de no encontrar respuestas. De no saber ningún por qué.
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domingo, julio 02, 2006
Nada para nadie... aún
El consejero presidente del IFE planteó que los resultados de la elección del día de hoy tendrá que esperar hasta el próximo miércoles (como límite) para terminar con el conteo distrital (esto es, de todas las actas) para saber quién es el ganador de esta contienda. La vigilancia tendrá que hacerse, a partir de ahora, más estrecha, para que nada nos sorprenda de mala manera.
Ojalá esto no se convierta en la introducción de una nueva película de Michael Moore, ¿alguien recuerda el prólogo de Farenheit 911? A vigilar pues, en el reducido margen en que podamos hacerlo.
Ojalá esto no se convierta en la introducción de una nueva película de Michael Moore, ¿alguien recuerda el prólogo de Farenheit 911? A vigilar pues, en el reducido margen en que podamos hacerlo.
Emocionante
Cada vez están más cerca las once de la noche. Será muy interesante ver qué es lo que hace el consejero presidente. Los resultados del Prep se están moviendo de manera interesante. Es muy peligroso, creo yo, establecer un pronóstico en este momento. Sin embargo, se van a cumplir como veinte minutos que los datos no se actualizan. Esto se pone cada vez más emocionante. Ojalá todos demuestren algo que hasta este momento ha brillado por su ausencia: prudencia.
Ah, ya pude entrar al Prep.
Ah, ya pude entrar al Prep.
El Prep
No puedo entrar al sistema de resultados preliminares del IFE. ¿Alguien que no sea medio de comunicación gigante ha podido entrar?
Escenario de fraude
El IFE no se ha cansado de decir que el escenario de fraude está completamente exorcisado y que no hay posibilidades de fraude. Hay que recordarle a los ciudadanos que los propios ciudadanos son los que cuentan los votos. Hay que revisar y tomar nota de los resultados mostrados en las casillas de nuestra sección electoral. Los resultados preliminares de una de las empresas de concultas de salida, y que ya es legal dar, muestra las siguientes tendencias.
Mitofski
DF
PRD 52%
PAN 25%
PRI 20%
GUANAJUATO
PAN 59%
PRI 25%
PRD 15%
JALISCO
PAN 46%
PRI 40%
PRD 11%
MORELOS
No hay tendencia sobre un ganador posible.
Seguimos aquí.
Mitofski
DF
PRD 52%
PAN 25%
PRI 20%
GUANAJUATO
PAN 59%
PRI 25%
PRD 15%
JALISCO
PAN 46%
PRI 40%
PRD 11%
MORELOS
No hay tendencia sobre un ganador posible.
Seguimos aquí.
Nueva estrategia
En la casilla de la sección electoral 4570 ubicada en Tamaulipas 166 de la colonia Condesa, me informan, que hay un letrero enorme que dice: "Tu voto es secreto, no retrates tu voto". En donde se habla de que las personas no pueden sacar fotos con su celular a su boleta electoral. Lo que podría tomarse como una posibilidad de guardar un recuerdo de este proceso, también podría cruzarse con la información de la venta de votos y con la necesidad de tener alguna evidencia de que este delito se llevó a cabo. Es probable que tengamos que empezar a cruzar esas informaciones.
Reporte desde Tlatlauquitepec
Reporte de mi hermano Eduardo desde la Sierra Norte del Estado de Puebla:
"Las elecciones van muy bien y en calma, ha asistido mucha gente y siguen llegando más a las casillas, el proceso se lleva a cabo de manera rápida, pero no falta el viejito que no te encuentra en las listas aunque te haya pasado un montón de veces.
De manera general no se observa abstencionismo.
Nadie realiza propaganda, aunque dicen que en Teziutlán el PAN andaba ofreciendo 200 varos por voto y una copia de tu credencial de elector.
Dentro de la cabecera municipal el clima es tranquilo, aunque no sé cómo está en las comunidades."
Todo marcha, aunque esa redundante estrategia de los 200 varos repitiéndose en dos lugares distintos exigen un poco más de atención.
Seguimos aquí.
"Las elecciones van muy bien y en calma, ha asistido mucha gente y siguen llegando más a las casillas, el proceso se lleva a cabo de manera rápida, pero no falta el viejito que no te encuentra en las listas aunque te haya pasado un montón de veces.
De manera general no se observa abstencionismo.
Nadie realiza propaganda, aunque dicen que en Teziutlán el PAN andaba ofreciendo 200 varos por voto y una copia de tu credencial de elector.
Dentro de la cabecera municipal el clima es tranquilo, aunque no sé cómo está en las comunidades."
Todo marcha, aunque esa redundante estrategia de los 200 varos repitiéndose en dos lugares distintos exigen un poco más de atención.
Seguimos aquí.
México para los esperanzados
En algún lugar escribía que la generación contemporánea se dividía entre los apáticos, los militantes y los esperanzados. Este domingo me convenzo cada vez más de esta división. Nunca como en otro tiempo se había visto tal división de manera tan patente.
Los ápaticos son auellos a los que les vale absolutamente todo aquello que tenga que ver con elecciones, con política y, en general, con lo que le pasa incluso al vecino. Los apáticos son los que hoy se quedaron a ver las repeticiones de los partidos de futbol del mundial. Los que cada vez que se encuentran la cobertura de los medios en la tele o en la radio se apresuran a cambiarle al dial. Los que no esperarán nada para la noche de hoy. Los que mañana irán de manera normal a trabajar, a la escuela o a cualquier lado, y huirán con el consabido "para qué voto si nada va a cambiar", acto seguido se irán a su cubículo, su puesto o su oficina a seguir rumiando la indiferencia, a seguir creyendo que nada cambia si ellos participan y a preparar la salida al antro el viernes siguiente.
Los militantes son aquellos que hace unos momentos, con una "valentía" digna de mejores fines, grafitearon los escudos y las caretas de los policías que custodiaban el Hemiciclo a Juárez. Los que se han dedicado a extender por canales "alternativos" (graffittis, pegotes y carteles en el metro, la Universidad Nacional y otros sitios) el mensaje de: "no votes" o "anula tu voto". Aquellos cuya consigna es "Vamos a destruir todo" sin plantear con qué sustituirlo.
Finalmente, estamos los esperanzados. Aquellos que todavía queremos confiar en la posibilidad del cambio positivo. En las instituciones, en el proceso democrático y en la curiosidad que despiertan las posibilidades.
Vivimos en un país injusto, es cierto, pero los mecanismos para conseguir que esa injusticia se reduzca, está en construcción y, creo, este proceso electoral es uno de esos pasos.
Así que, esperanzados, todavía les quedan dos horas para votar. Vayamos.
Los ápaticos son auellos a los que les vale absolutamente todo aquello que tenga que ver con elecciones, con política y, en general, con lo que le pasa incluso al vecino. Los apáticos son los que hoy se quedaron a ver las repeticiones de los partidos de futbol del mundial. Los que cada vez que se encuentran la cobertura de los medios en la tele o en la radio se apresuran a cambiarle al dial. Los que no esperarán nada para la noche de hoy. Los que mañana irán de manera normal a trabajar, a la escuela o a cualquier lado, y huirán con el consabido "para qué voto si nada va a cambiar", acto seguido se irán a su cubículo, su puesto o su oficina a seguir rumiando la indiferencia, a seguir creyendo que nada cambia si ellos participan y a preparar la salida al antro el viernes siguiente.
Los militantes son aquellos que hace unos momentos, con una "valentía" digna de mejores fines, grafitearon los escudos y las caretas de los policías que custodiaban el Hemiciclo a Juárez. Los que se han dedicado a extender por canales "alternativos" (graffittis, pegotes y carteles en el metro, la Universidad Nacional y otros sitios) el mensaje de: "no votes" o "anula tu voto". Aquellos cuya consigna es "Vamos a destruir todo" sin plantear con qué sustituirlo.
Finalmente, estamos los esperanzados. Aquellos que todavía queremos confiar en la posibilidad del cambio positivo. En las instituciones, en el proceso democrático y en la curiosidad que despiertan las posibilidades.
Vivimos en un país injusto, es cierto, pero los mecanismos para conseguir que esa injusticia se reduzca, está en construcción y, creo, este proceso electoral es uno de esos pasos.
Así que, esperanzados, todavía les quedan dos horas para votar. Vayamos.
Cultura democrática
Fui a votar. Digo, ¿cómo hablar de este derecho si somos los primeros que no lo ejercen? En un recorrido por la zona poniente-sur me doy cuenta con sumo agrado que la asistencia a las urnas es masiva. En todas hay un buen número de personas esperando pacientemente a que los ciudadanos capacitados por el IFE (esperemos que de manera eficiente) reciban sus credenciales para otorgarles las boletas para ejercer su voto.
Atención habitantes de Chilangia, los funcionarios de casilla están en dos mesas: la que corresponde a las boletas de elecciones federales y las que corresponden a las elecciones locales. En total tienen que depositar seis boletas en las urnas separadas convenientemente por color. La casilla se abrió de manera puntual y, en general, el proceso avanza de manera normal. En mi casilla no se pueden notar representantes de partidos políticos, y si los hay, no están debidamente identificados (no tienen ningún gafetito o algo que los distinga de los funcionarios).
Cosas para comentar hasta el momento:
· La mala decisión, creo yo, del presidente Vicente Fox de doblar las boletas electorales frente a los medios, haciendo patente el candidato por el que votó, cuestión por otro lado previsible, pero la pregunta es: ¿por qué hacerlo frente a los medios?, ¿por qué mostrarlo en cadena nacional (hay una copiosa cobertura de medios)?, ¿eso no puede considerarse proselitismo en tanto algunas personas aún tienen al presidente como una figura de autoridad o de opinión fuertísima?
· En algunas comunidades indígenas en los que se rigen por usos y costumbres, han decidido entregar los paquetes electorales y renunciar a su derecho a votar. Esos paquetes fueron entregados a los funcionarios del IFE. Hay que ponerles un ojo a esos blocks de boletas y a esas urnas vacías. No sea que se llenen misteriosamente.
· En la colonia Santo Domingo de la delegación Coyoacán, se hablaba que personas del equipo de campaña de un partido político (no se si puedo decir cuál, con eso de los correos de ayer) que ofrecían 200 pesos por el voto de su candidato. Mención orgullosa merece el hecho de que la mayoría de los interpelados los mandó bastante lejos.
Seguimos aquí, hablando y escuchando.
Atención habitantes de Chilangia, los funcionarios de casilla están en dos mesas: la que corresponde a las boletas de elecciones federales y las que corresponden a las elecciones locales. En total tienen que depositar seis boletas en las urnas separadas convenientemente por color. La casilla se abrió de manera puntual y, en general, el proceso avanza de manera normal. En mi casilla no se pueden notar representantes de partidos políticos, y si los hay, no están debidamente identificados (no tienen ningún gafetito o algo que los distinga de los funcionarios).
Cosas para comentar hasta el momento:
· La mala decisión, creo yo, del presidente Vicente Fox de doblar las boletas electorales frente a los medios, haciendo patente el candidato por el que votó, cuestión por otro lado previsible, pero la pregunta es: ¿por qué hacerlo frente a los medios?, ¿por qué mostrarlo en cadena nacional (hay una copiosa cobertura de medios)?, ¿eso no puede considerarse proselitismo en tanto algunas personas aún tienen al presidente como una figura de autoridad o de opinión fuertísima?
· En algunas comunidades indígenas en los que se rigen por usos y costumbres, han decidido entregar los paquetes electorales y renunciar a su derecho a votar. Esos paquetes fueron entregados a los funcionarios del IFE. Hay que ponerles un ojo a esos blocks de boletas y a esas urnas vacías. No sea que se llenen misteriosamente.
· En la colonia Santo Domingo de la delegación Coyoacán, se hablaba que personas del equipo de campaña de un partido político (no se si puedo decir cuál, con eso de los correos de ayer) que ofrecían 200 pesos por el voto de su candidato. Mención orgullosa merece el hecho de que la mayoría de los interpelados los mandó bastante lejos.
Seguimos aquí, hablando y escuchando.
sábado, julio 01, 2006
Votar no es ningún dilema
Si partimos del la idea de que para los griegos la idea de democracia representaba una derivación viciada de lo que era la discusión en el ágora, nos daremos cuenta que, por mucho, esta forma de gobierno no es para nada perfecta. Sin embargo, para las sociedades modernas (es decir, aquellas que traspasaron el umbral del siglo XIX como sociedades occidentales o derivadas de la colonización de éstas) no existe, hasta el momento, ningún modelo político que pueda adecuarse de mejor manera a los principios que defendía desde el crepúsculo del siglo XVIII el movimiento que generará la revitalización de este invento griego: la Revolución Francesa.
La democracia otorga la posibilidad de participación en igualdad de condiciones a todos los integrantes de la polis (ese lugar comunitario habitado por ciudadanos en donde la naturaleza y lo mítico deja de tener valor para dar paso al ejercicio de la libertad de los hombres) para ejercer sus derechos políticos (esto es, como administradores de su polis). La democracia es el lugar en donde un voto es un voto (paráfrasis del shakespeariano “a rose is a rose”), sin importar la raza, la clase social, las preferencias sexuales, la escolaridad, la ideología, etc. Es decir, la democracia occidental contemporánea se basa en principios puramente numéricos en el cual gana aquel candidato/ciudadano que consiga reunir la mayor cantidad de votos.
La mayoría (representada en el ciudadano electo, recordar que habitamos en una democracia representativa) obtiene entonces la capacidad de mando y de administración sobre la sociedad que, mayoritariamente, lo ha elegido. Es importante señalar también que esa mayoría (en la bienintencionada interpretación de que representa a la mayoría de los intereses de los ciudadanos) tiene la capacidad de remover de su cargo al ciudadano electo, si éste no cumple con lo que las leyes y el interés común (de comunidad, de polis) le exige.
¿Por qué es importante votar? Porque en la actualidad representa la forma efectiva de ejercer un derecho ciudadano que al mismo tiempo es opinión condensada sobre el ejercicio de determinado partido en el poder, sobre la simpatía del ciudadano con determinada propuesta política, del castigo que el ciudadano está en todo su derecho de administrar, con la posibilidad de otorgar voz a nuevas propuestas que reflejen condiciones de convivencia que la mayoría no está tomando en cuenta. Porque le otorga el inmenso poder de unir su opinión (unidireccional, sin matices, altamente simplificada, es cierto, pero es la más efectiva mientras no encontremos otra forma) a la de ciudadanos que comparten esa visión y afirmar mediante el conteo de esos votos que la mayoría opta por determinado proyecto de nación (en el caso de que tal cosa exista de manera clara y sin ambigüedades o retórica desgastada).
Por lo anterior creo que se tiene que ir a votar. Se tiene que ejercer la libertad cuando se posee. Se debe ejercer un derecho que en nuestro país ha costado sangre (y esto no es ningún juicio de inflamación poética de niño de secundaria, es una realidad, la democracia mexicana se ha construido con ladrillos que son rojos por la sangre invertida en su elaboración). Se debe castigar o estar de acuerdo. Tenemos que reflexionar no sobre lo que es bueno para el país (así tan en ambiguos términos, ¿qué es el país?) sino en aquello que otorgue beneficios en la vida cotidiana de la gente que conocemos (empezando por nosotros mismos), de nuestros vecinos, de nuestra familia, de nuestra comunidad, de nuestra polis. Se debe ir a votar. Así, sin más.
La democracia otorga la posibilidad de participación en igualdad de condiciones a todos los integrantes de la polis (ese lugar comunitario habitado por ciudadanos en donde la naturaleza y lo mítico deja de tener valor para dar paso al ejercicio de la libertad de los hombres) para ejercer sus derechos políticos (esto es, como administradores de su polis). La democracia es el lugar en donde un voto es un voto (paráfrasis del shakespeariano “a rose is a rose”), sin importar la raza, la clase social, las preferencias sexuales, la escolaridad, la ideología, etc. Es decir, la democracia occidental contemporánea se basa en principios puramente numéricos en el cual gana aquel candidato/ciudadano que consiga reunir la mayor cantidad de votos.
La mayoría (representada en el ciudadano electo, recordar que habitamos en una democracia representativa) obtiene entonces la capacidad de mando y de administración sobre la sociedad que, mayoritariamente, lo ha elegido. Es importante señalar también que esa mayoría (en la bienintencionada interpretación de que representa a la mayoría de los intereses de los ciudadanos) tiene la capacidad de remover de su cargo al ciudadano electo, si éste no cumple con lo que las leyes y el interés común (de comunidad, de polis) le exige.
¿Por qué es importante votar? Porque en la actualidad representa la forma efectiva de ejercer un derecho ciudadano que al mismo tiempo es opinión condensada sobre el ejercicio de determinado partido en el poder, sobre la simpatía del ciudadano con determinada propuesta política, del castigo que el ciudadano está en todo su derecho de administrar, con la posibilidad de otorgar voz a nuevas propuestas que reflejen condiciones de convivencia que la mayoría no está tomando en cuenta. Porque le otorga el inmenso poder de unir su opinión (unidireccional, sin matices, altamente simplificada, es cierto, pero es la más efectiva mientras no encontremos otra forma) a la de ciudadanos que comparten esa visión y afirmar mediante el conteo de esos votos que la mayoría opta por determinado proyecto de nación (en el caso de que tal cosa exista de manera clara y sin ambigüedades o retórica desgastada).
Por lo anterior creo que se tiene que ir a votar. Se tiene que ejercer la libertad cuando se posee. Se debe ejercer un derecho que en nuestro país ha costado sangre (y esto no es ningún juicio de inflamación poética de niño de secundaria, es una realidad, la democracia mexicana se ha construido con ladrillos que son rojos por la sangre invertida en su elaboración). Se debe castigar o estar de acuerdo. Tenemos que reflexionar no sobre lo que es bueno para el país (así tan en ambiguos términos, ¿qué es el país?) sino en aquello que otorgue beneficios en la vida cotidiana de la gente que conocemos (empezando por nosotros mismos), de nuestros vecinos, de nuestra familia, de nuestra comunidad, de nuestra polis. Se debe ir a votar. Así, sin más.
1 comentario:
I like it! Good job. Go on.
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