martes, mayo 29, 2012

El club de los suicidas... remix

La Vale “Dos Palabras” Gascón, escritora que gusta de los títulos largos y de las historias que no requieran demasiada explicación, me lo dijo: te va a gustar. Y me gustó. Pizzería Kamikaze y otros relatos es uno de los mejores libros que he leído en este año. De la autoría de un ya no tan joven Etgar Keret (1967), los relatos incluidos en este volumen tienen una fuerza narrativa poderosa, lo suficiente como para disfrutar su lectura de principio a fin. Personajes extravagantes, escenarios poco comunes, situaciones hilarantes por absurdas y un sentido del humor más que efectivo hacen de este un libro cuya lectura parecería obligada.
         El volumen abre con “La historia del conductor de autobús que quería ser Dios”, una parábola en la cual temas como la disciplina, lo rutinario y la manera en cómo escapamos de éstos en beneficio insospechado de terceros se presenta de una manera en que la ternura se combina con la sorpresa. Trata de los amores imposibles y de cómo un simple gesto puede atenuar el dolor que la imposibilidad impone en los desasidos del amor.
         “El deschavete de Nimrod” trata, a su vez, de una crónica absurda en la que un grupo de amigos sabe, asume y experimenta la locura de manera arbitraria pero continua. A lo largo del texto, la presencia de Nimrod, un adolescente suicida que parece murmurar palabras a los oídos de sus amigos e incitarlos a la locura, es al mismo tiempo un fantasma y un recuerdo que los demás se empeñan en conservar. Es también un cuento sobre la madurez y la forma en cómo nos agarra desprevenidos la mayoría de las veces. Cuando somos los últimos en madurar pareciera que nuestra condena es ser fieles testigos de cómo los demás crecen y se convierten en adultos. Y en cómo, al ser los últimos, nos resistimos con todas las fuerzas a tal cambio.
         En “El coctel del Infierno”, el autor construye una historia de amor a las puertas mismas del averno, que está, según las señales del relato, en Uzbekistán. Una mezcla de descripciones sobre el tedio que se vive en los pueblos abandonados a su suerte, las personas que deambulan por esos sitios y una carga metafísica que se hacen del cuento algo fresco y, al mismo tiempo, inquietante.
         “Útero” es la historia de… un útero. Pero no cualquiera, un útero hermoso que termina siendo exhibido para admiración del mundo entero. Más allá de esto, es una burla de las asociaciones que enarbolan causas que rayan en lo ridículo. La búsqueda y el destino final del útero genera más de una imagen a cualquier lector medianamente informado: imágenes que pasan por el complejo de Edipo; por la muerte simbolizada por una parte del cuerpo, la más íntima, expuesta al público; por el cambio de significado que las cosas tienen cuando dependen de la interpretación que otros le dan.
         Finalmente, “Pizzería Kamikaze”, la pieza que le da título al volumen es una historia de amor, muerte, surrealismo y títulos largos. A lo largo de veintiséis capítulos, acudimos a la travesía de Haim, un suicida, después de haber causado su propia muerte. El mundo del suicidio como un mundo cualquiera, más aún, un mundo en donde conceptos como la celebridad y la “originalidad” quedan remitidos en función de que todos los que habitan ese espacio han experimentado lo mismo: la muerte a manos propias. Ahí nos podemos encontrar a Kurt Cobain y esquivarlo porque su jactancia acerca de la sabiduría sobre las cosas del mundo se convierten en cierto momento en cuestión insoportable. Haim narra cómo se desprende del mundo y cómo, en un lugar en que todo es posible pero que en paradoja todo parece ordinario, se relaciona con otros personajes que buscan hallar su propio significado en ese mundo. Más allá de preguntarse sobre el destino de Lihi o sobre los misteriosos “limpiadores” tras el sacrificio de un mesías (dentro de un mundo de suicidas, no se olvide), lo que sobresale es la historia de Haim y la manera en cómo decide llevar a cabo la espera a la que se encuentra condenado. Una espera que no difiere mucho de la que se lleva en vida, en este mundo que también ofrece, a veces, algunas cosas de las cuales maravillarse. Como este libro.
         Más que recomendable.


[Un fragmento: 
--Dime -le preguntó Ari-, ¿es cierto eso que cuentan de que antes de que salgas para alguna misión te prometen que en el mundo venidero tendrás setenta vírgenes que estarán buenísimas y serán unas ninfómanas? ¿Y para ti solito?
   --Sí, eso es lo que nos prometen -dijo Nasser-, y mira cómo he terminado, completamente alcoholizado. 
     --Así que al final te tomaron el pelo, Nasser -le dijo Ari, alegrándose de su desgracia. 
     --¡Anda!, pues puede que sí -asintió Nasser-, ¿y a ti?, ¿qué es lo que te prometieron a ti?
("Pizzería Kamikaze")]

Etgar Keret, Pizzería Kamikaze y otros relatos, México, Sexto Piso, 2008.

No hay comentarios.: