lunes, julio 19, 2010

El mundo que mudó en Otro Mundo


Cuando América completó la Tierra del colombiano Germán Arciniegas es uno de los libros más interesantes dentro del rubro de la difusión de la historia americana y de la reconfiguración de sus campos de contexto. La tesis de Arciniegas es transparente: Europa, y por ende el mundo, no fueron los mismos después del “descubrimiento” de América.
         Con una prosa por demás entretenida y con un uso del lenguaje y de las referencias históricas variadas que, más allá de descubrirnos a un erudito, nos desvela a un apasionado de América. Todo es materia de reflexión para el estudioso colombiano. Todo tiene que ver con América de una forma u otra. La reconfiguración de la geografía posterior a Ptolomeo, la reforma protestante, el florecimiento del romanticismo como escuela literaria y de pensamiento, a las bases del liberalismo. La Enciclopedia nace en América. La gastronomía moderna y la comida rápida tienen su inspiración en los productos americanos.
         Arciniegas nos lleva por un paseo de 300 páginas en donde ninguna es un desperdicio. Con ilustraciones que resultan a la vez que contrapunto excelente acompañamiento del texto, la dinámica del relato histórico nos puede llevar de la historia del chocolate a la revolución de las máquinas de coser Singer. De las aventuras amorosas de Bolívar al primer vuelo intercontinental. Todos los temas que parecieran transparentes o sabidos, en la prosa de Arciniegas retoman un nuevo significado y todo, y cuando digo todo no exagero, se cubre de un aura de novedad que nos invita a agotar la lectura en búsqueda de desvelar nuevos misterios.
         Desde el siglo XVI hasta los primeros años del siglo XX, infinidad de temas son abordados con una actitud despojada de solemnidad y llena de desparpajo. Arciniegas es un convencido de que el destino de Europa es gracias al impulso creador que proviene allende el Atlántico y dedica este libro a demostrarlo. Y lo logra con creces. Y si los escépticos no se desprenden de su incredulidad, al menos quedan con una cosquilla de duda que, seguramente, los llevará a corroborar los datos presentados por el autor, o a tratar de cuestionar los supuestos vertidos en el documento.
         Lo que resulta incuestionable, a pesar de parecer obvio, es que el mundo occidental fue un completamente otro después del contacto con América. Arciniegas cuestiona la supuesta superioridad. Desmenuza históricamente los prejuicios y malentendidos originados alrededor y sobre diversos temas americanos. Desde los frutos de su tierra, pasando por la peculiaridad de su historia, como la valía de sus habitantes. Pero no se malentienda, no estamos ante un texto esencialista o irreflexivo. Nada más alejado que eso. Arciniegas se acerca, tal vez sin saberlo, a un análisis en donde la cultura (entendida como la naturaleza transformada por el hombre para generar historia) es el objeto de estudio y de reflexión. Un espacio en donde todo cabe y, a la vez, todo se desborda. Como deja testimonio este fragmento pleno de referencias.
Si de la mesa del rico –y la del pobre- hubieran de suprimirse las papas fritas o a la duquesa, los tomates y el aguacate, el pavo y los chocolates, sería como quitarle los manteles. El mundo científico les ha gritado en todos los tonos a damas y caballeros que no fumen, y ellas y ellos siguen fumando... Si de las mesas de palacios y restaurantes, de hoteles y residencias, se suprimieran los ceniceros, todo se vería diferente. Los cleptómanos de recuerdos se verían sin qué robar... Si al marino le quitaran la pipa y el tabaco, o a muchos escritores, sería como dejarlos sin mar, o sin fuente de inspiración.
         América surtió a Europa de oro y plata en una cierta época, pero oro y plata se conocían y se extraían de muchas otras partes del mundo y con lo de América sólo cambió la abundancia del momento, y no el tono de la vida. Pero con las papas y el maíz, los tomates y el aguacate, los chocolates y el humo ¡hasta dónde mudó de aspecto el mundo!, ¡hasta dónde la Europa vino a ser otra Europa!


Germán Arciniegas, Cuando América completó la Tierra, Bogotá, Villegas Editores, 2001.

1 comentario:

S E B A S T I A N G O M E Z dijo...

Sí, es un libro buenísimo.
Lástima que en Colombia su obra no se valore tanto, o bueno, por lo menos no tanto entre los que a la Historia dicen dedicarse. Pero si que era bueno don Germán, y por ahí publicaron una obra póstuma: "Los gatos de don Germán", una compilación sobre historias inspiradas en sus mascotas. Tal vez igual de interesante que la Biografía del Caribe.