miércoles, marzo 21, 2007

Entre fotogramas


Entre los muchos prejuicios que sobreviven entre los aficionados al cine persiste uno contra el que siempre me he manifestado: que el cine de artes marciales es un subgénero que no debe ser tomado en serio. Esto es, cuando la película se presenta abiertamente como una película de artes marciales. Porque eso sí, si las habilidades acrobáticas se presentan en cintas como Matrix o Kill Bill, la perspectiva cambia: las artes marciales son una herramienta que el director utiliza para hacer más accesible y atractiva su cinta. Pero si el protagonista de la cinta en cartelera es Jackie Chan, Jet Li, Bruce Lee o Bolo Yeung (y no Keanu Reeves, Uma Thurman o Jason Standham) la cosa cambia; tal película es sólo divertimento para adolescentes tardíos que salen aullando de las salas de cine y tratando de romper a karatazos los mingitorios del cine. Nunca hay una lectura que vaya más allá de esa visión simplista y simplificadora que las industrias cinematográficas de China, Hong Kong, Corea y, en algunos casos, el propio Japón ha producido. Cuestión que pasa, indefectiblemente, o por la cuestión de la búsqueda interior (con todo el estereotipo que se ha creado de la filosofía oriental, que de tan obvia es inmensamente profunda), o por el más interesante de la construcción de la identidad nacional.
          Lo mencionado al último tiene que ver con la película de Ronny Yu, El duelo (Huo Yuan Jia / Fearless, EU/China/Hong Kong, 2006), que pasa sin pena ni gloria por las carteleras de cine. La película se anuncia como “la obra del coreógrafo de las maravillosas Matrix y Kill Bill” o como dice el que hace la crítica de dos renglones de La Jornada: “Bien fotografiada, pero monótona exhibición de artes marciales. Sólo para aficionados al moretón”. El duelo narra la vida de Huo Yuan-jia (Jet Li), fundador de la Federación Deportiva Jingwu y héroe nacional chino que a principios del siglo veinte restauró el honor de su patria venciendo contrincantes extranjeros en un momento de la historia en el que China empezaba a ver la opresión por parte de "invasores" europeos. La cinta aborda las excelentemente bien filmadas batallas que un hombre libra en una historia que va de la fantasía infantil, a la soberbia de la madurez, a la pasión del crecimiento, la expiación de la culpa y la toma de conciencia de que hay cosas más importantes que el sí mismo, tan llevado como valor único por la visión de mundo de Occidente.
          Pero más que una película sobre un hombre, El duelo pone énfasis en la cuestión del orgullo nacional y el papel que los países colonialistas de principios del siglo XX llevaron a cabo en el lejano Oriente. El prólogo (que podría quedarse en la anécdota de buenas peleas al más puro estilo The Quest con un Jean Claude Van Damme eternamente sobreactuado) se vuelve un prefacio para mostrar lo que de contenido profundo, oculto, “entre fotogramas”, hay en esa historia anodina y “para aficionados del moretón”; el epílogo es una recuperación del sentimiento romántico que recupera algo que hoy en día parece encontrarse en una crisis eterna: la cultura nacional (algo que ya Héroe (China, Zhang Yimou, 2002) había realizado con anterioridad). Se presenta a Occidente (en específico a los ingleses, franceses, norteamericanos y, villanos traidores, japoneses) como la causa del declive chino y de la pérdida del significado de conceptos como el honor, la amistad, la percepción del mundo como la enorme habitación compartida. El diálogo entre Huo Yuanjia (Jet Li) y Anno Tanaka (Shido Nakamura), como representantes de una tradición que se opone a Occidente mientras toman una taza de té y hablan más que de bebidas de seres humanos, es una de las escenas mejor logradas (y sin ningún madrazo de por medio). El final, más allá de lo hiperbólico que pueda resultar los efectos especiales y de maquillaje del cine chino, es entrañable. Una película que muestra un orgullo que va más allá de los madrazos y de la producción en serie. Se mete con elementos, hoy pasados de moda, pero que desnudan algo de eso que todavía algunos nos atrevemos a llamar “humanidad”.

5 comentarios:

Alfredo dijo...

Una película también con mucha lucha por el medio es Tigre y Dragón, una excelente película desde mi punto de vista, y con dos historias dea mor fantásticas, especialmente la que mantienen los dos personajes adultos.

Fantásticas coreografías y una música genial, terminan de formar una película maravillosa.

Agoran dijo...

Te recomiendo mucho Jadesoturi. Una produccion china-finlandesa, que no tiene madre... no entiendo mucho finlandes aun. y desgraciadamente la pelicula solo esta en finlandes, pero si la puedes bajar mas o menos te daras una idea...

el trailer aqui
http://-trailers.blogspot.com/2006/08/jadesoturi-jade-warrior-2006-finnish.html

Agoran dijo...

no se copio bien el link
http://-trailers.blogspot.com/2006/08/jadesoturi-jade-warrior-2006-finnish.html

Agoran dijo...

Disculpa el post repetido... lo copio por partes

http://-trailers.blogspot.com
/2006/08/
jadesoturi-jade-warrior-
2006-finnish.html

solo pegalos en orden en el browser

noctámbula en línea dijo...

El diálogo entre Huo Yuanjia y Anno Tanaka, es uno de los mejores de la película. A mi me gustó mucho en gral y coincido con tu punto de vista.
Película muy emotiva.