martes, junio 12, 2012

131, 132, 133...

Hace días una amiga me preguntaba si el movimiento “Yo Soy132” era solamente de estudiantes. Conviene en este punto del proceso hacer un recuento de lo que está detrás de esta organización.
         Todo comenzó el pasado mes de mayo, cuando Enrique Peña Nieto, el candidato del PRI, se presentó en un encuentro ante estudiantes de la Universidad Iberoamericana, una escuela particular perteneciente al sistema jesuita de universidades y de gran prestigio. En ese encuentro se dio un desencuentro. Los estudiantes (muchos de los cuales participan de acciones de desarrollo en comunidades indígenas, son activistas en diversas ONG’s y testigos críticos de la historia de nuestro país) hicieron reclamos con respecto de diversas situaciones donde al PRI, y al mismo ex gobernador del Estado de México, se les achacaba responsabilidad.
         Cuando Peña Nieto intentó responder abrigándose en la abigarrada retórica del hablar mucho pero decir nada, perdió a la mayoría de los escuchas que interpretaron la respuesta como un insulto a su inteligencia. La gota que derramó el vaso fue la declaración del candidato, cuando fue increpado por las acciones, represivas y por completo desproporcionadas, que su gobierno llevó a cabo en la comunidad de San Salvador Atenco: "asumo la responsabilidad de lo que ocurrió ahí".
Atenco: romper el cerco (México, Nicolás Défossé y Mario Viveros, 2007)

En ese momento, Peña Nieto tenía comprometida una entrevista con la radiodifusora de la universidad, Ibero 90.9, sin embargo, los ánimos se encendieron y los gritos en contra del candidato comienzan a escucharse incluso hasta el interior de la cabina de radio.  Esto obliga al equipo de campaña a suspender la entrevista y a salir de la universidad, con una parada en uno de los baños de la institución (anécdota que generó la mayor cantidad de atención en redes sociales y medios no tradicionales). Enrique Peña Nieto sale por una puerta distinta a la principal en medio de gritos de repudio y muestras de rechazo.
La salida de Enrique Peña Nieto de la Universidad Iberoamericana.

En Ibero 90.9, mientras tanto, el presidente del partido, Pedro Joaquín Codwell, se lanza contra los estudiantes afirmando que eran acarreados y que la Ibero no era la universidad tolerante que hasta ese día había sido. Menciona que se investigará la responsabilidad de quienes estén involucrados en las protestas, lo que se interpreta como una amenaza velada.
         Ante esta situación, y después de una cobertura mínima de los medios tradicionales de comunicación (en algunos casos inclusive vergonzantes), un grupo de 131 estudiantes de la universidad deciden manifestarse a través de un video en internet en el cual manifiestan que no son porros ni acarreados. Ante la recepción de amenazas hacia algunos de los estudiantes que aparecen en el video, la rectoría de la universidad planta su postura en apoyo a sus estudiantes.
Los 131 estudiantes que se manifiestan en contra de  las descalificaciones 
del vocero del Partido Verde y el presidente del PRI. 

En apoyo a este video es que se constituye un grupo de apoyo, denominado #YoSoy132 debido a la manera en cómo se generan los hashtags en la red social Twitter. Este grupo, conformado por estudiantes de diversas universidades, tanto públicas como privadas, deciden manifestarse en el exterior de la Universidad Iberoamericana y de ahí marchar hacia las instalaciones que Televisa tiene en la zona de corporativos. Nace aquí uno de los primeros reclamos del movimiento: la necesidad de contar con un manejo equitativo de la información y terminar con la manipulación de los grandes medios, sobre todo electrónicos, que insistían en mantener su apoyo al candidato del PRI, en detrimento de la calidad de sus contenidos informativos.
La primera marcha "Yo soy 132" de la U. Iberoamericana a Televisa Santa Fe. 

“Yo soy 132” es la forma de decir que se apoya el derecho de réplica que los estudiantes habían ejercido a través de internet. Y de ahí, el movimiento comienza a crecer. Se configura como un movimiento estudiantil plural, multiclasista y con una variedad tremenda de tendencias en su interior. Discusiones como la visión partidista, el rechazo a un candidato determinado, la posibilidad de ser infiltrados por intereses ajenos, animan las primeras reuniones. Sin embargo, se construyen acuerdos y se da a conocer el Primer Manifiesto de los 132.
Primer manifiesto del movimiento "Yo soy 132". 

El respaldo de gran parte de la sociedad civil comienza a hacerse patente. Grupos de intelectuales, sindicatos, reconocidos defensores de derechos humanos y ciudadanos mexicanos en elextranjero. Es en este punto que #YoSoy132 se convierte en un movimiento que trasciende su campo de injerencia de movimiento estudiantil. El Segundo Manifiesto, como producto de las decisiones previas, se muestra más claro en sus exigencias y en el papel que han decidido tomar.
Segundo Manifiesto de "Yo soy 132". 

En este momento del proceso, la inclusión de más elementos a la discusión de lo que es y debe hacer el movimiento pasa por el aprendizaje de las maneras óptimas de organización y de la obtención de consensos. Sin embargo, la injerencia que ha tenido en el actual proceso electoral y en romper la apatía de los más jóvenes es algo que no puede ser negado.
Y esa injerencia ha llegado al punto de emocionar a los más jóvenes, a los que reconocen que, en determinado momento, tendrán también que reflexionar acerca del papel que tienen en el proceso de este país, de su país. Así es como nace #YoSoy133, un movimiento integrado por estudiantes de preparatoria y secundaria que se asumen como sujetos políticos y como el relevo de los que han echado a andar las conciencias y la curiosidad de un país.
Jóvenes menores de edad fundan el movimiento "Yo soy 133". 

Coda: resulta sintomático el hecho de que los primeros que han descalificado al movimiento sean aquellos que ven, repentinamente, amenazados sus intereses. Y toman la juventud y la inexperiencia como un signo de debilidad y de posibilidad de que el movimiento sea manipulado. El proceso está en construcción. Es imposible que todas las decisiones sean acertadas, habrá errores sin ninguna duda. Pero también es mezquino estar atento sólo a los errores. La juventud, hoy más que nunca, adquiere la mayoría de edad y se asume responsable por el destino que este país ha tomado en las últimas décadas. Esa energía es un combustible que arde generosamente, que ilumina a los otros, a los que se habían resignado a la oscuridad. Es un privilegio ser testigo de este momento de la historia. Es imposible no sentirse conmovido y emocionado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Dicen que Elba Esther Gordillo también es 132 [...] ¡Pero de cintura la hija de la chingada!

Ya en serio. Creo que el movimiento #Yosoy132 ha sentado un buen precedente que si se sabe encauzar será un especie de observador ciudadano que les exigirá cuentas limpias y claras a los políticos de cualquier nivel. Ese debería ser su rumbo. Eregirse como movimiento ciudadano después de las elecciones y perseguir, en la medida de sus posibilidades a cuanto político jijo de la chingada hay que se sirve del presupuesto. Si le dan este tinte ciudadano, creo que tendrán el apoyo popular completo, porque a la fecha no hay un órgano serio y autónomo que fiscalize a todos esos jijos de la chingada.

Bona Fortuna para el movimiento #Yosoy132 y ojalá a sus dirigentes no los mueva el auri sacra fames (hambre maldita de dinero).

Saludos.

Édgar Adrián Mora dijo...

Creo, como tú, que el movimiento tendrá que consolidarse como observador ciudadano antes de caer en la tentación de hacerse partido político. Y resistir el cambio generacional para resistir la tentación de fosilizarse.
Saludos.