Día dieciocho: el libro que más veces he leído en la vida

El principito de Antoine de Saint-Exupéry

Desde que tengo memoria de haber leído este libro, religiosamente, lo hojeo y, sin dudas, lo leo íntegro al menos una vez cada año. Me parece uno de los libros más hermosos que se han escrito en la historia de la humanidad. Un compendio de las cosas que más nos acercan a esa condición de humanos.

         En momentos de cursilería reflejada en este libro he llegado a decir que para mí es como La Biblia. Un lugar en donde se abordan los temas que el libro canónico de la tradición judeocristiana, pero sin pedir que exista culto ni confesión de fe. El pequeño príncipe y el aviador (además de toda la serie de personajes que aderezan por fuera del relato principal, como en una alusión a Las mil y una noches) transitan por  todos los temas que pudiesen interesar a, por ejemplo, un visitante de otro planeta sobre los humanos.

         Está ahí la reflexión sobre la amistad, sobre el amor, la riqueza, la muerte, la pérdida, el vicio, la rutina, la responsabilidad, lo irracional de la vida mediatizada, la negación de la literalidad. En apariencia un libro para niños, en realidad es un compendio de cuestiones que adquieren nuevos significados en cada acercamiento renovado. Nunca me aburre. Siempre que busco la manera de explicarme el porqué del comportamiento de los demás o el mío propio, regreso a este libro básico y me regocijo en las respuestas. Igual no está la que uno preguntaba, pero en esa búsqueda, con seguridad, se halla algo que nos haga olvidar lo primero.

         Al final de cuentas, es claro que a las personas adultas suelen preocuparles las cosas más extrañas.

Antoine de Saint-Exupéry, El principito, México, Fernández, 1958.