Dejemos caer la saliva.
Que ruede como ríos por las cascadas de tus labios.
Esos y los otros.
Un tipo escupe en las aceras.
[Dos por dos son cuatro,
¿será relevante el dato?...]
Escribo en el aire
la humedad de tu mirada.
No me dejes volar entre tus miedos.
Mejor démonos un beso
y dejemos que la saliva escurra.
Hoy quiero que tú quieras.
Hoy.
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