martes, diciembre 06, 2005

Nalgas

Me apasionan tus nalgas.
Es decir, me gustan.
Son tan tuyas.
Como que me llaman.
¿Las has visto?
[No mames, para eso existen los espejos].

Cuando las tomo entre mis manos,
no sé qué es más grande,
si mis manos o tus nalgas.

Vamos al cine, mi amor.
Me encanta ver a los babosos
que siguen el péndulo de tu trasero.

¡Ah, tus nalgas!
Curvas perfectas.

A Marylin la mataron por sus nalgas.
JFK se las envidiaba.
A Lee Harvey Oswald le gustaban las nalgas de Marylin.
[¿Qué hace el puto FBI afuera de mi casa?]

He dejado de escribir por tus nalgas.
Su recuerdo no me abandona.
Cada que tomo la máquina te imagino boca abajo en mi cama.
Entonces mis dedos teclean que le apasionan tus nalgas.
Cuento de nunca acabar.

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