viernes, enero 15, 2016

Daytripper o los recuerdos del futuro pasado



Hay una frase que se repite de manera constante a lo largo de la serie de TV Germán: últimas viñetas en boca del personaje que alude a Héctor Germán Oesterheld: “La muerte es el personaje más importante de las historias y el más desaprovechado”, o algo así. Tal sentencia es llevada hasta sus últimas consecuencias por los autores de la novela gráfica Daytripper.
          Imaginen que existen en el mundo un par de hermanos gemelos que se dedican a escribir historias gráficas. Eso ya es, en sí, el germen de una historia fuera de lo común. La realidad, en este caso, no requiere de la ficción para que esto sea posible. Fábio Moon y Gabriel Bá son los dos gemelos que le dan vida a uno de los cómics más estimulantes que he leído en toda mi vida. No hay nada que reclamarle a esta obra que consigue remover, en más de un sentido, la reflexión del lector con respecto no de lo que los personajes viven en las viñetas, sino de lo que él mismo está haciendo con su vida.
          Daytripper aborda la vida de Brás de Oliva Domingos, un escritor que se dedica a redactar los obituarios (semblanzas funerales) en un diario de Brasil. A partir de un evento traumático, ser testigo (y más, si el lector lo decide) de un asesinato, el lugar común de “ver pasar la vida frente a tus ojos” se convierte en la manera más sencilla de explicar el desarrollo que tendrá la historia a partir de ese efectivo arranque. Acudimos a una serie de historias que nos cuentan la vida de Brás (tanto el pasado como el futuro, o los probables pasados y futuros) que se fundan en el recurso del “Y qué tal si...”. Acudimos entonces a la remembranza y a la descripción de las infinitas posibilidades.
          En cada uno de los cierres de estos capítulos el final no se modifica: Brás muere. Igual a los 11 años que a los 76. Cada secuencia nos muestra la (una) manera en la cual el protagonista verá fenecer su vida. El mensaje es transparente: la muerte acecha en todos lados y en todos momentos. Hay mucho de azar en la forma en cómo terminamos nuestras vidas. En ese sentido, uno de los mensajes más evidentes y que se hace literal hacia el final de las páginas es: si estás vivo, vive.
          Los temas que la obra aborda con una genialidad inesperada son variados. Mencioné ya que el principal es la muerte, pero también trata sobre la familia, la amistad, el amor, el desamor, la vocación, el destino, el fracaso, la relación con los padres, la idea del éxito, entre muchos otros. No es una obra que permita una interpretación única, cada lector encontrará algo que le mueva más las entrañas en su lectura.
          Es necesario señalar también el excelente trabajo visual. Las imágenes son hermosas y evocan las posibilidades de creación de estos dos artistas que, debido a su juventud, seguramente alcanzarán alturas importantes dentro del mundo de la narrativa gráfica.
          Los autores, descubro, tienen mi edad. Lo que no deja de tener cierto sabor amargo. Despierta en mí la envidia por haber conseguido, ya, una obra que aspira a la perfección. Daytripper es una obra que deben leer. Sólo si carecen de alma podrá dejarlos indiferentes.  

Fábio Moon y Gabriel Bá, Daytripper, México, Vértigo, 2015, 252 pp. 

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