Hay una frase que se
repite de manera constante a lo largo de la serie de TV Germán:
últimas viñetas en boca del
personaje que alude a Héctor Germán Oesterheld: “La muerte es el
personaje más importante de las historias y el más desaprovechado”,
o algo así. Tal sentencia es llevada hasta sus últimas
consecuencias por los autores de la novela gráfica Daytripper.
Imaginen
que existen en el mundo un par de hermanos gemelos que se dedican a
escribir historias gráficas. Eso ya es, en sí, el germen de una
historia fuera de lo común. La realidad, en este caso, no requiere
de la ficción para que esto sea posible. Fábio Moon y Gabriel Bá
son los dos gemelos que le dan vida a uno de los cómics más
estimulantes que he leído en toda mi vida. No hay nada que
reclamarle a esta obra que consigue remover, en más de un sentido,
la reflexión del lector con respecto no de lo que los personajes
viven en las viñetas, sino de lo que él mismo está haciendo con su
vida.
Daytripper
aborda la vida de Brás de Oliva Domingos, un escritor que se
dedica a redactar los obituarios (semblanzas funerales) en un diario
de Brasil. A partir de un evento traumático, ser testigo (y más,
si el lector lo decide) de un asesinato, el lugar común de “ver
pasar la vida frente a tus ojos” se convierte en la manera más
sencilla de explicar el desarrollo que tendrá la historia a partir
de ese efectivo arranque. Acudimos a una serie de historias que nos
cuentan la vida de Brás (tanto el pasado como el futuro, o los
probables pasados y futuros) que se fundan en el recurso del “Y qué
tal si...”. Acudimos entonces a la remembranza y a la descripción
de las infinitas posibilidades.
En
cada uno de los cierres de estos capítulos el final no se modifica:
Brás muere. Igual a los 11 años que a los 76. Cada secuencia nos
muestra la (una) manera en la cual el protagonista verá fenecer su
vida. El mensaje es transparente: la muerte acecha en todos lados y
en todos momentos. Hay mucho de azar en la forma en cómo terminamos
nuestras vidas. En ese sentido, uno de los mensajes más evidentes y
que se hace literal hacia el final de las páginas es: si estás
vivo, vive.
Los
temas que la obra aborda con una genialidad inesperada son variados.
Mencioné ya que el principal es la muerte, pero también trata sobre
la familia, la amistad, el amor, el desamor, la vocación, el
destino, el fracaso, la relación con los padres, la idea del éxito,
entre muchos otros. No es una obra que permita una interpretación
única, cada lector encontrará algo que le mueva más las entrañas
en su lectura.
Es
necesario señalar también el excelente trabajo visual. Las imágenes
son hermosas y evocan las posibilidades de creación de estos dos
artistas que, debido a su juventud, seguramente alcanzarán alturas
importantes dentro del mundo de la narrativa gráfica.
Los
autores, descubro, tienen mi edad. Lo que no deja de tener cierto
sabor amargo. Despierta en mí la envidia por haber conseguido, ya,
una obra que aspira a la perfección. Daytripper es una obra
que deben leer. Sólo si carecen de alma podrá dejarlos
indiferentes.
Fábio Moon y Gabriel Bá, Daytripper, México, Vértigo, 2015, 252 pp.
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