Abrimos a las 6
agosto 11th, 2011 | Publicado por Edgar Adrián Mora
Hay bares de 24 horas, pero las barras libres sólo son en horarios establecidos. Aquellos en los cuales puede asistir más gente o cuando es más fácil enganchar a los bebedores empedernidos a fin de obligarlos a seguir consumiendo a precio de lista. Se puede tomar todo lo que se pueda, hasta que el cuerpo aguante. Pantagruélico festín alcohólico con dos destinos probables: el suelo o la inconsciencia. O ambos, si decadentes andamos. Porque la libertad de explorar la realidad alternativa del sueño también está incluida. No cualquier antrillo ofrece barra libre. Sólo aquellos en los que conviven el grito, el descalabro, la música a todo volumen y los barman apresurados y muertos de sed. Al cantinero también le conviene que la embriaguez los invada. Joderán menos entre más borrachos estén. A chupar, que el mundo se va a acabar…
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