En la cumbre de ese cerro amanecí muchas veces, nomás por el gusto de ver cómo el sol disipaba la alfombra acolchada de niebla que se posaba sobre el pueblo. Nomás por ver aparecer la iglesia del Señor de Huaxtla y las torres de la parroquia franciscana de casi cuatro siglos de historia. Nomás por poder lanzar un largo suspiro y echar a andar cuesta abajo, con las manos metidas en las bolsas de la chamarra. Y sentirme vivo, cálido, existente. A gustito.
martes, noviembre 10, 2009
A gustito con el frío
En la cumbre de ese cerro amanecí muchas veces, nomás por el gusto de ver cómo el sol disipaba la alfombra acolchada de niebla que se posaba sobre el pueblo. Nomás por ver aparecer la iglesia del Señor de Huaxtla y las torres de la parroquia franciscana de casi cuatro siglos de historia. Nomás por poder lanzar un largo suspiro y echar a andar cuesta abajo, con las manos metidas en las bolsas de la chamarra. Y sentirme vivo, cálido, existente. A gustito.
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1 comentario:
con este post medio escarchadito le diste un toque cálido
te fijaste?
ah....
que bonito
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